En el pasado trimestre decía que el ejercicio 2020, del que Ferrovial presenta sus resultados -tarde del jueves-, había sido la tormenta perfecta en la que habían concurrido todos los elementos por los que sus resultados podrían ser desastrosos. Una situación sanitaria pandémica, que ha requerido de confinamientos o limitaciones en desplazamientos para intentar controlarla y una compañía donde sus principales actividades están relacionadas con la movilidad, como autopistas y aeropuertos, servicios y construcción. Todo perfecto para que la cuenta de resultados sea una olla de números rojos.

Y así ha sido todo el ejercicio en el que el resultado neto atribuido ha ido in crescendo en pérdidas, salvo en el último trimestre en el que los -410 millones de euros (M€) obtenidos son 88M€ menos de pérdidas que en el tercer trimestre. En comparación con el pasado ejercicio, en el que la cuenta de resultados contemplaba una provisión extraordinaria por 345M€, el resultado ha sido 678M€ menor.

Las ventas han presentado un tímido crecimiento del 4,5% con los 6.341M€ alcanzados con ligeros incrementos en cada trimestre del año. Por actividades, 405M€ en autopistas, que descienden un 19% respecto a 2019 y 5.862M€ debido a los segundos periodos de restricciones en el tercer trimestre del año en algunas zonas geográficas donde se encuentran ubicadas. Construcción, con el incremento interanual del 11,4%, se ha convertido en la actividad que antes está recuperando su actividad después de los dos primeros trimestres en los que padeció una ralentización de los proyectos. El resultado bruto de explotación alcanza los 409M€ y supone un descenso de 47M€ sin la provisión extraordinaria de 2019, y con un margen del 6,5% frente al 7,7% comparable de 2019.

Los costes de explotación se han elevado a 5.932M€ cuando en 2019 fueron 5.785M€. El presente ejercicio contempla una provisión de 22M€ en relación con el plan de reestructuración de la empresa. El resultado de explotación ha sido de 226M€, 175M inferior al de 2019 que además contemplaba los -345M€ de la provisión extraordinaria.

Otra de las consecuencias de la situación económico-sanitaria es el incremento de los gastos, financieros: 207M€ que suponen 39M€ más respecto a 2019, principalmente debido a diferentes coberturas ligadas a los planes de retribuciones y costes de refinanciaciones en proyectos de infraestructuras.

Los aeropuertos con una aportación de -447M€ donde destacan los -396M€ que en 2019 fueron +106 de HAH con Heathrow como principal aeropuerto, donde el desplome en un 72,7% del número de pasajeros en el año (-59 millones) y los costes excepcionales por gastos de reestructuración han reducido su valor contable y han provocado la ausencia de dividendos en el ejercicio

La partida de participación en beneficios por puesta en equivalencia está pasando de ser un agujero en la cuenta de resultados a ser ‘el’ agujero en la misma, aunque el crecimiento de las pérdidas se ha moderado en el último trimestre con 64M€ de pérdidas añadidas, conviene recordar que entre el primer y segundo trimestre crecieron 191M€. Los aeropuertos con una aportación de -447M€ donde destacan los -396M€ que en 2019 fueron +106 de HAH con Heathrow como principal aeropuerto, donde el desplome en un 72,7% del número de pasajeros en el año (-59 millones) y los costes excepcionales por gastos de reestructuración han reducido su valor contable y han provocado la ausencia de dividendos en el ejercicio. La otra sociedad, AGS (EEUU), también ha aportado -51M€ al epígrafe frente al +9 en el anterior ejercicio. Las únicas aportaciones positivas vienen de autopistas: +62M€, 182 en 2019, con la canadiense 407 ETR 33M€, un 78,5% inferior a 2019, y el resto (+29M€), los mismos del pasado ejercicio.

Con estas cifras, el beneficio antes de impuestos cierra con -384M€ cuando el pasado ejercicio, que no fue el mejor de la compañía, lo hizo con un beneficio de 504M€. En total, 888M€ de pérdidas respecto al 2019.

La deuda financiera crece en 841M€. En total, la deuda se sitúa en 10.085M€ con una tesorería de 7.544M€, un 20% superior al 2019.

El grupo que preside Rafael del Pino continúa haciendo caja en este ejercicio, con algunas desinversiones como su negocio inmobiliario en Polonia (330M€) y en sus servicios medioambientales de CESPA por 900M€. Con las emisiones de 780M€ en bonos corporativos a seis años y otros 500M€ a ocho años, añadidos a las dos emisiones de pagarés por 575 y 516M€, a tipos negativos, va a poder reforzar su opción a nuevas inversiones durante este 2021.

Pese a los resultados negativos obtenidos piensa en un dividendo probable de 0,51€ por acción, en línea con los ejercicios anteriores, mediante aumento de capital liberado mientras continúa con la amortización de autocartera y de acciones adquiridas dentro del programa de recompra de un máximo de veintidós millones de acciones por un máximo de 320M€.