- Ojo, lo que es negativo es que las autoridades gravan esas participaciones.
- El impacto de las pérdidas de Repsol, ¿es un accidente financiero, o es un toque de atención sobre los riesgos que pueden suponer esas posiciones estratégicas?
- El negocio recurrente, bien gracias: el banco catalán eleva el beneficio un 31%, hasta los 814 millones de euros.
- Suben los márgenes y las comisiones, y baja la morosidad.
- Caixbank también liderara los productos de inversión y la gestión de patrimonios: ya tiene una cuota de mercado del 17,9%.
Mala impresión, cuando en el análisis de los resultados de una entidad como
Caixabank, resulta más noticia la salud financiera de una de sus empresas participadas que los 814 millones de euros (M€) de beneficio que presenta al cierre del ejercicio 2015.
Efectivamente, desde que el pasado día 27,
Repsol lanzase una
carga de profundidad anunciando una provisión extraordinaria de 2.900 M€ debida al escenario que estamos viviendo con un desplome generalizado de los precios del crudo y del gas, que le llevará a presentar un resultado neto que se aproximará a los -1.200 M€, todos las miradas se han dirigido a Caixabank, ya que es su accionista de referencia con un 11,51% de su
capital.
En la mañana de este viernes -pienso que todos hemos hecho lo mismo en el momento que hemos visto publicados los resultados en la
CNMV- hemos intentado ver, de inmediato, el impacto de la
peladilla de Repsol en el resultado de Caixabank, que, a primera vista, podría cuantificarse entre 70 u 80 M€, ya que el resultado de entidades valoradas por el método de la participación del tercer trimestre ascendió a 120 M€, mientras que en el cuarto trimestre solo se llegó a 43 M€. Para salir de dudas, durante la presentación de estos resultados, el consejero delegado de la entidad,
Gonzalo Gortázar, ha cifrado este impacto negativo en 140 millones de euros.
Ahora bien, como hemos explicado en numerosas ocasiones en estas mismas pantallas, es el
BCE el que está empeñado en penalizar a la
banca industrial. No le gusta, de la mima manera que tampoco le gustan las entidades pequeñas y no digamos ya, las antiguas cajas de ahorro españolas.
Hecha esta aclaración, volvamos a Caixabank.
El resto de la cuenta de resultados está en línea con lo visto durante el ejercicio: un 31,4% más que el resultado neto de 2014, especialmente cimentado en el crecimiento del margen de intereses ( 4,8%), gracias al control del gasto financiero (-13,3%), ya que los ingresos financieros descendieron un 4,8%. Especial mención merece el importante crecimiento de las comisiones netas, que llegan a los 2.013 M€ y que, parece, serán en los próximos ejercicios un objetivo estratégico para las cuentas de las entidades financieras, toda vez que los márgenes de intereses -esta es la impresión- no van a dar más de sí con los actuales tipos. A esto añadan la última batalla desatada
por las comisiones de los cajeros automáticos.
A pesar de la ligera rebaja en las dotaciones por morosidad un 2,4%, consecuencia de la reducción de los saldos dudosos en 5.242 M€, el margen de explotación se ha visto penalizado en 543 M€ debido a los 259 M€ de dotaciones por la incorporación de
Barclays y a los 284 M€ por provisiones para indemnizaciones al personal debidas al plan de reducción de 700 empleados ubicados en zonas geográficas no estratégicas, provenientes de entidades absorbidas.
Caixabank continúa
viviendo su liderazgo en el mercado minorista español. Su estructura es sólida, con una banca online pionera y con unos componentes tecnológicos que la hace estar siempre a la cabeza en nuevas soluciones de negocio, como la actual apuesta por la gestión vía móvil de su
banca online. Su expansión en los productos fuera de balance le ha llevado a liderar también los productos de inversión y gestión de patrimonios, con una cuota de mercado del 17,9%. En la misma línea,
VidaCaixa ha conseguido recientemente ser la primera compañía del país en seguros de vida.
¿Debilidades? Quizá sus participaciones industriales. No hubo problema mientras funcionó como con la estructura de caja de ahorros: esas participaciones suponían una aportación importante a la cuenta de resultados. Pero el
giro político-estratégico dado después le puede provocar no pocos quebraderos de cabeza. Repsol es un ejemplo. ¿Se puede interpretar como un
accidente financiero, o como un toque de atención sobre los riesgos que pueden suponer estas posiciones estratégicas?
De momento, y
aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, Caixabank anunció el jueves por la tarde, la amortización anticipada de 594,3 M€ de bonos convertibles en acciones de Repsol que tenían vencimiento en el próximo noviembre, y que supondrá un 2,07% de rebaja en su participación en la petrolera.
Habremos de seguir en los próximos meses cómo acaba de influir en su
cuenta de resultados, ya que, a pesar de la depreciación de la participación registrada en el 2015, para el 2016 quedará por ver si percibirá dividendos o no, en función del resultado definitivo. Además, si Repsol entra en un ciclo bajo en su cotización, habrá que ver cómo deberá deteriorar
Caixabank esa situación.
Rodrigo de Silos
rodrigode@hispanidad.com