RBS. Una pena: a Ana Patricia Botín no le salen las cuentas
- Era la gran operación que en su día soñó Emilio Botín: que el Santander se comiera a uno de los cuatro grandes bancos ingleses.
- Pero fue a su hija Ana Patricia a quien Cameron le ofreció, directamente, el Royal Bank of Scotland.
- Y en principio, Teresa May no ha retirado formalmente la oferta.
- Eso sí, Ana Patricia aspira a hacerse con un trozo de un banco llamado a ser troceado.
- El antaño orgullo de la solvencia bancaria británica no funciona hogaño ni con ayudas públicas.
- Y queda la opción HSBC: pero ahí es España la que pierde e Inglaterra la que gana.
Definitivo: a Ana Patricia Botín no le salen las cuentas: el Santander no puede hacerse con el Royal Bank of Scotland (RBS) que, sumado a Santander UK le convertiría en el segundo banco del Reino Unido (el primero si el pirata HSBC cumple su amenaza de instalar su sede en París). Así se lo han comunicado a Hispanidad fuentes del Santander, dando así carpetazo a la gran operación soñada, primero por Emilio Botín, luego por su primogénita y sucesora, Ana Botín. Era el sueño de su padre, Emilio Botín, quien mantuvo espléndidas relaciones con el equipo directivo de RBS, entonces banco modelo, luego en crisis agónica, pero fue su hija quien recibió la oferta concreta de David Cameron para que el Santander se hiciera con uno de los cuatro grandes bancos ingleses. El asunto quedó en entredicho con la aportación de dinero público británico para salvar el RBS, pero la oferta continuó. La verdad es que el RBS no acaba de resucitar y a pesar del socorro del erario británico ha tenido que jibarizarse. Sin ir más lejos, cerrando su antes exitosa oficina de banca al por mayor en Madrid. Luego está el cambio en el Numero 10 de David Cameron, amigo personal de Ana Patricia, por Theresa May, a quien apenas conoce. May tiene fama de práctica, pero una cosa es esa y otra que mantenga la oferta para que uno de los cuatro grandes grupos bancarios de la Gran Bretaña del Brexit salga de la Unión… Jack. Aunque sea escocés. En cualquier caso, Ana Patricia tenía un sueño pero los números no se lo aconsejan. Es cierto que la banca española está mucho mejor gestionada que la banca inglesa pero en un negocio que ha dejado de ser negocio, todo el mundo tiene problemas. Sin embargo, el proyecto era precioso. Habrá que conformarse con coger algún trozo en el ineludible proceso de jibarización del RBS. Pero el plan no era ese. Y ojo, no olvidemos que hay otra alternativa abierta, mucho más peligrosa, en el Reino Unido que tanto gusta a Ana Botín: el HSBC. Pero aquí ya no hablamos de absorción, hablamos de otra cosa. Con RBS gana España, con HSBC gana Inglaterra. Eulogio López eulogio@hispanidad.com