- El mexicano insistía en que le presentaran a "quien de verdad manda en el Opus en España".
- "No es nada personal", le dijo a Ángel Ron tras la salida de éste, "y me ha costado mucho echarte".
- Manuel Pizarro le preguntó si se trataba de sanear el Popular o de echar a Ron. A Antonio del Valle no le gustó.
- Reunión en Oviedo: cuando Gilinsky, Martínez, Del Valle y Oliu rodearon a Ron.
- Lo que no se entiende: ¿Por qué Del Valle se opuso a la oferta del BBVA? ¿Lo tiene preparado para otro?
- Y la batalla por 'desopusizar' el Popular no ha concluido: queda la sindicatura (9,5%).
Decíamos anteayer que la crisis del
Banco Popular presenta demasiados enigmas. Pero el mayor de todos es el que rodea a la figura del mexicano
Antonio Del Valle (
en la imagen), propietario -oficialmente- del 4% de Popular y el hombre que acabó con
Ángel Ron… aunque no tengo claro para qué.
Ron pierde la batalla a últimos de diciembre. Las maniobras de
Antonio Del Valle consiguen invertir la votación en el Consejo. Recuerden que, por ejemplo,
Allianz, dejó de apoyar a Ron cuando Del Valle amenaza en pleno Consejo con el escándalo: convocar una junta extraordinaria de accionistas y cesar a la mitad del Consejo. No lo hubiera conseguido, claro: el escándalo asustó a los plúmbeos alemanes de Allianz y a los franceses de
Credit Mutuel.
No sólo eso. Sobre el trampolín que le facilitó
Reyes Calderón, Del Valle se puso a entrevistar a posibles presidentes. Ni
Goirigolzarri ni
Ángel Corcóstegui aceptaron hablar.
Manuel Pizarro sí, pero Pizarro tiene ya mucha escuela, así que le preguntó a Del Valle si se trataba de sanear el Popular o sólo de echar a
Ángel Ron. Y al mexicano no le cayó bien.
Del Valle ataca a Ron cuando se da cuenta de que no va a conseguir convencerle. Por ejemplo, trabajo para una fusión con el Sabadell de Pep Oliu. Hasta Oviedo, antigua sede del
Banco Herrero, calle Fruela, se marcharon Oilu y sus dos inversores iberoamericanos,
Martínez y Gilinsky, y citaron a Ron. Le rodearon, pero no consiguieron que cediera en un matrimonio con el Sabadell.
Finalmente, con la acción por los suelos (por cierto, ¿gracias a quién?)
Ron dimite y, cuando ya ha dejado el puesto, Del Valle va a felicitarles las navidades y le asegura que "no es algo personal" y agrega que "le ha costado mucho echarle".
Y lo más curioso de todo esto es que
Del Valle debe tener un objetivo muy claro para el Popular. Por una razón: cuando en medio de la melé, con Ron aún de presidente, FG lanza
su oferta sobre el Popular, Del Valle se revuelve contra ella y consigue que se rechace. Entones, ¿a quién quiere entregar un
Popular baratito? Porque eso es lo que más mosquea al ministro
De Guindos.
Y a día de hoy el mexicano ya perdió enteros, por cuanto a lo mejor se ve obligado a aceptar una
nueva oferta, quizás peor, del propio BBVA.
Así que con tantos enigmas sobre los verdaderos motivos del comportamiento de
Antonio del Valle, habrá que recurrir, como hipótesis de trabajo, a su obsesión por "desopusizar" al
Popular. Según Del Valle, sufrió mucho con la Obra en México durante su juventud (apenas tuvo relación pero sigue hablando de túneles oscuros) y durante el acoso a
Saracho y al representante de la sindicatura,
Aparicio Valls, miembro del
Opus Dei, Del Valle se empeñó en que le presentaran al que "realmente manda en el Opus en España".
Y el caso es que
Unión Europea de Inversiones, embrión de la
Sindicatura, pero cada vez menos embrión, sigue siendo el principal accionista, con un 9,5%. Ahora bien, cada vez está más endeudada y amenaza con diluirse. De hecho, el plan de
Saracho consiste principalmente en eso. ¿Y se diluirá
Del Valle? Eso no lo sabemos porque tampoco sabemos qué porcentaje del capital posee. (Oficialmente el 4%).
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com