El Grupo Pontegadea, creado en 2001, prosigue con su diversificación, pero el proceso es lento. Actualmente, a las inversiones inmobiliarias se suma el 59,29% de Inditex, el 9,99% de Telxius (filial de torres de telecomunicaciones de Telefónica) y el 5% de Enagás. Y principalmente, dos son los motivos de que se vaya despacio: Amancio Ortega, tiene pasión por los inmuebles y el líder mundial del textil aporta el 71,91% de los ingresos del grupo.

En el brazo inversor del empresario leonés las decisiones se toman en un reducido grupo. En concreto: su presidente ejecutivo, Amancio Ortega (que también preside la fundación que lleva su nombre); su segunda esposa, Flora Pérez (representante de Pontegadea Inversiones en el Consejo de Administración de Inditex y vicepresidenta primera de la Fundación Amancio Ortega); su hombre de confianza, José Arnau, como vicepresidente (el mismo cargo que también ostenta en Inditex y además es vicepresidente segundo de la Fundación); y Roberto Cibeira, hombre de Deloitte que ficharon para encargarse del día a día.

El Grupo Pontegadea ha tenido un beneficio neto de 1.778 millones de euros en 2019, un 14,7% más que el año anterior, y la facturación ha ascendido a 2.261 millones (+18%). De esta cifra, 1.640 millones corresponden a los dividendos de las sociedades participadas -destacando los 1.626 millones de Inditex (una partida que este año bajará más de un 60%, hasta 646 millones)- y 621 millones proceden del negocio inmobiliario.

De los ingresos, 1.640 millones corresponden a los dividendos de las sociedades participadas -destacando los 1.626 millones de Inditex- y 621 millones al negocio inmobiliario

El grupo inversor tiene una cartera inmobiliaria valorada en 15.163 millones, lo que le convierte en “el operador más grande en el mercado español y también supera a los competidores europeos directos”, según presumió Cibeira en una entrevista en Financial Times hace unos meses, y así sigue superando las carteras de las socimis Merlin Properties y Colonial. El año pasado invirtió 2.065 millones, cumpliendo el objetivo de unos 2.000 millones anuales. Además, en el balance se recoge una deuda financiera de 1.091 millones y 907 millones de tesorería y equivalentes, por lo que la deuda neta se sitúa en 184 millones, y también hay compromisos de donación a la Fundación por 268 millones.

Paralelamente, conviene destacar que el brazo inversor ha reordenado su estructura tras cerrar el ejercicio para simplificarla. Así, la sociedad Grilse, propietaria de activos inmobiliarios en España, ha sido absorbida por Pontegadea España; y la filial Pontegadea 2015 y sus participaciones financieras (entre ellas, Telxius), por Pontegadea Inversiones. Además, se ha escindido Pontegadea Inversiones de la nueva sociedad Pontegadea GB 2020, que agrupa activos inmobiliarios del mercado británico, y protegiendo así el resto de activos de los riesgos que podrían suponer el Brexit.