• Las causas de este desastre han sido su anquilosada estructura (150.000 empleados y 100.000 pensionistas), el impacto de la caída del precio del crudo, el descenso de la producción y la depreciación del peso.
  • Por todo ello, Petróleos Mexicanos necesitará la ayuda del Estado mexicano.
Petróleos Mexicanos (Pemex) reconoció este lunes que se enfrenta a uno de los mayores problemas financieros de los últimos años. En su informe de resultados de 2015, la pérdida global de todo el año pasado fue superior a 521.000 millones de pesos, unos 30.000 millones de dólares (más de 27.900 millones de euros), recoge BBC. Las causas de este desastre han sido su anquilosada estructura (150.000 empleados y 100.000 pensionistas), el impacto de la caída del precio del crudo, el descenso de la producción y la depreciación del peso, según El País. La compañía que un día fuera el orgullo de la economía mexicana, está al borde del colapso financiero. A sus pérdidas, se suman una deuda de 87.000 millones de dólares y un pasivo de 190.000 millones, la mitad de origen laboral. Esta combinación ha generado un grave problema de liquidez. La compañía apenas tiene capacidad para pagar a sus proveedores (les llegó a adeudar 8.000 millones de dólares) y en el horizonte no se advierte ningún remedio fácil; la crisis del petróleo ha venido para quedarse y los costes de producción no han hecho sino aumentar, recuerda también El País. Ante estos datos, el director de Pemex, José Antonio González Anaya, anunció un recorte de 100.000 barriles diarios en su producción petrolera. También anunció ajustes en el presupuesto de la empresa, que en conjunto suman 100.000 millones de pesos, equivalentes a 5.000 millones de dólares. El proceso de ajuste también incluye posponer algunos planes de exploración y explotación de yacimientos, especialmente en aguas profundas. En cualquier caso, Pemex necesitará la ayuda del Estado mexicano. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com