El Papa Francisco realizará un Viaje Apostólico a Irak del 5 al 8 de marzo de 2021, visitando Bagdad, la llanura de Ur, ligada a la memoria de Abraham, la ciudad de Erbil, así como Mosul y Qaraqosh en la llanura de Nínive, publicó Vatican News.

Y ayer, el Santo Padre abrió el encuentro online sobre la crisis humanitaria en Siria e Irak, organizado por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, con un mensaje en el que afirmó que “hay que hacer lo posible para que la presencia cristiana en estas tierras continúe siendo lo que siempre ha sido: un signo de paz, de progreso, de desarrollo y de reconciliación entre personas y pueblos”, recoge Vatican News.

“Mi pensamiento va especialmente a las personas que han tenido que dejar sus casas para escapar de los horrores de la guerra, en busca de mejores condiciones de vida para ellos y sus seres queridos. En particular, recuerdo a los cristianos que fueron obligados a abandonar los lugares donde nacieron y crecieron, donde su fe se desarrolló y enriqueció”, prosiguió el Pontífice.

Seguidamente, el Santo Padre manifestó su preocupación por los refugiados que desean volver a sus países. Por ello, se dirige a la comunidad internacional: “Hago un llamamiento a la comunidad internacional para que haga todo esfuerzo para facilitar este retorno, garantizando las condiciones de seguridad y las condiciones económicas necesarias para que esto pueda realizarse. Cada gesto, cada esfuerzo en esta dirección es precioso”.

El patriarca caldeo Sako se dirigió a los cristianos iraquíes pidiéndoles que la visita del Papa sea para nosotros un “retorno a las fuentes” de nuestra vocación misionera

En ese contexto, el patriarca caldeo Sako se dirigió a los cristianos iraquíes pidiéndoles que la visita del Papa sea para nosotros un “retorno a las fuentes” de nuestra vocación misionera, recoge Fides.

El mensaje del Patriarca caldeo animó a que “la Iglesia vuelva con más entusiasmo a la radicalidad espiritual evangélica, y más cercana a las personas, sirviéndolas con generosidad y alegría con todos los medios, siguiendo el ejemplo de nuestros Padres, nuestros santos y nuestros mártires”.

Proclamar el Evangelio, dar cuenta de la propia esperanza en las circunstancias del tiempo presente y “permanecer anclados en nuestra autenticidad oriental”, es la misión propia a la que están llamados los cristianos de Oriente Medio.

Lo que más quiere el Patriarca Sako es la Iglesia “del diálogo ecuménico con las Iglesias hermanas”, la “Iglesia de la convivencia y el diálogo con las religiones, especialmente con el islam”. La Iglesia “que se ocupa de los asuntos públicos, para apoyar con firmeza las legítimas expectativas del pueblo para eliminar la injusticia”. También en este Oriente Medio atormentado de nuestro tiempo - concluye el Patriarca caldeo Sako en su mensaje - los cristianos pueden permanecer “como signo de la presencia del amor de Cristo, la fraternidad universal y la convivencia”.