Impensable terminar el año sin un nuevo informe 'made in' Irene Montero: el Ministerio de Igualdad ha difundido recientemente una investigación sobre la violencia machista, elaborada por la Federación Mujeres Jóvenes. El estudio, que lleva por título ‘Noches seguras para todas’, incluye una «campaña de concienciación» a través de distintos carteles. Uno de ellos ha resultado especialmente polémico: en él, se presenta a los hombres blancos como potenciales agresores, mientras que otro de color muestra una actitud adecuada.

Con el lema ‘Si invades mi espacio me siento acosada’, se presenta a tres jóvenes -en ilustración- con diferentes intenciones. Dos de ellos, de raza blanca, con comportamientos reprobables. «Vamos a entrar a esas tías que están bailando, ¡mirad cómo se mueven!», dice uno. Otro comenta: «¡Venga tíos, a por ellas!». El tercero se descuelga del plan: «¿Y si mejor las dejamos tranquilas? Están a su bola pasando un buen rato, yo paso…».

Este cartel se completa con otro en el que todos los hombres son potenciales agresores, según sus autores. Todos ellos, blancos, pero eso sí, la campaña señala que ‘El agresor sexual puede ser cualquiera’: «El chico que te gusta, el simpático de la fiesta, el colega militante, tu amigo de clase».

Según Ok diario, el estudio asegura que las mujeres «viven de manera frecuente la invitación a alcohol y drogas por parte de los hombres con la intención de debilitarlas, vulnerarlas, manipularlas y aprovecharse de ellas». «Los hombres jóvenes se apropian del tiempo de ocio nocturno de las mujeres jóvenes reclamándoles sexualmente de manera insistente», se destaca en otro momento.

El manual insiste en que los varones ejercen un «constante ejercicio de violencia sexual» sobre la mujer cuando salen de fiesta. Así, se habla incluso de «sumisión química oportunista». Es decir, el suministro de alcohol y drogas con el objetivo de que se produzca un intercambio sexual. Se trata, añaden, de «una actitud mercantilista y cosificante que las denigra».

Asimismo, el estudio arremete especialmente contra los hombres «que tienen dinero» quienes, «haciendo ostentación de ello, les invitan a botellas de alcohol, cachimbas, tabaco y a estar en el reservado bebiendo toda la noche».

En otro punto, se recoge que las mujeres «racializadas» sufren especialmente esta violencia, incluyendo testimonios de afectadas que, por ejemplo, describen que el hombre «directamente viene con su cebolleta» cuando están bailando. «Para nosotras era prioritario analizar las experiencias de mujeres racializadas, puesto que partimos de la base de que las mujeres negras, mulatas y mestizas sufren una violencia sexual específica que tiene que ver con una heterodesignación racista», sostienen sus autoras, que destacan que si bien todas las mujeres sufren una «cosificación sexual en el sistema patriarcal», las racializadas sufren doble sexualización por ser mujer y por el «elemento exótico que aporta a la mirada masculina».

El ministerio de Igualdad va de polémica en polémica. La más reciente, por acusar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de "racistas" y "xenófobos". Veremos si Montero empieza 2021 en la misma línea.