• La organización cifra en 22 los muertos por el bombardeo de EEUU y exige una "investigación independiente".
  • Recuerda que "el hospital fue golpeado de forma reiterada y precisa en cada ataque aéreo y que el resto del complejo quedó casi intacto".
  • Afirma que comunicó de antemano las coordenadas GPS de su hospital a las fuerzas armadas afganas y estadounidenses.
  • El secretario de Defensa de EEUU, de visita en España, promete una investigación "completa y transparente".
El último balance eleva a 22 el número de fallecidos en el bombardeo llevado a cabo por Estados Unidos sobre el hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) en la ciudad afgana de Kunduz (norte), según ha informado la propia organización humanitaria. El secretario de Defensa de EEUU, Ashton Carter, de visita oficial en España, ha señalado a este respecto, durante una conferencia en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional, que habrá una investigación "completa y transparente" sobre al incidente. Y ha insistido en la solidaridad con las víctimas: los servicios médicos estadounidenses en la zona atenderán a los civiles afectados. Entre los fallecidos hay doce trabajadores de MSF y diez pacientes. "Ante la clara presunción de que se ha cometido un crimen de guerra, se debe realizar una investigación transparente a cargo de un organismo internacional independiente", señala. En cuanto a las especulaciones sobre la presencia talibán en el hospital, MSF recuerda que "ni un solo miembro de nuestro personal informó de combates dentro del complejo hospitalario hasta el ataque aéreo estadounidense de la madrugada del sábado". Además, recuerdan que "el hospital fue golpeado de forma reiterada y precisa en cada ataque aéreo, mientras que el resto del complejo quedó casi intacto", por lo que cuestionan el planteamiento de los "daños colaterales" esgrimido por Estados Unidos. Médicos sin Fronteras se declaró "asqueada" por las justificaciones de las autoridades afganas al mortífero bombardeo por parte del ejército de Estados Unidos, de su hospital en Kunduz y estima que equivalen a "reconocer un crimen de guerra". También afirma que comunicó de antemano las coordenadas GPS de su hospital a las fuerzas armadas afganas y estadounidenses. Según su director de operaciones, Bart Janssens, los bombardeos continuaron "durante más de 45 minutos" después de que MSF indicara a los ejércitos afgano y estadounidense que su establecimiento había sido alcanzado por los primeros proyectiles. Así que EEUU se queja de los supuestos bombardeos rusos en Siria contra los opositores de Bashar al Assad, pero con este bombardeo a un hospital digamos que los estadounidenses se han 'cubierto de gloria'. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com