La crisis económica provocada por las restricciones impuestas por el Gobierno no está, ni mucho menos, superada, y el Banco de España ha advertido a las entidades de sus consecuencias. La primera, el aumento de la morosidad, que los bancos han logrado contener hasta ahora y que muy probablemente comience a aumentar a medida que los efectos negativos de la crisis se vayan materializando en los balances bancarios.

El supervisor ha reconocido el esfuerzo realizado hasta ahora y que se ha concretado en provisiones extraordinarias que, sin embargo, no será suficientes. Así, la directora general de Supervisión, Mercedes Olano, ha asegurado este jueves, durante la presentación de la Memoria de Supervisión Bancaria de 2020, que los bancos “tendrán que seguir haciendo un esfuerzo de provisiones importante”.

Es decir, que su rentabilidad continuará bajo mínimos durante los próximos trimestres.

Pero tranquilos, porque siempre quedará la opción de las fusiones. Efectivamente, tras años de consolidación bancaria y teniendo en cuenta los procesos actualmente en marcha, Caixabank-Bankia y Unicaja-Liberbank, aún quedan 10 entidades significativas y otras muchas que no lo son. “Se está lejos de un oligopolio”, ha asegurado Olano.

La subgobernadora, Margarita Delgado, se ha manifestado en esta misma línea: “Por supuesto, las fusiones bancarias son también un modo de ganar eficiencia y mejorar la capacidad para afrontar nuevos retos. No obstante, no todas las operaciones de integración tienen sentido económico, y no debemos olvidar que las fusiones son procesos complejos”, ha afirmado en una entrevista que acompaña a la Memoria.

En pocas palabras: las provisiones extra que tendrán que realizar los bancos por el aumento futuro de la morosidad mermará aún más la rentabilidad de las entidades, que tendrán que fusionarse.

Esto marcha.