El PNV se mantiene en el 'no', el Gobierno ofrece más y más para lograr el 'sí'. Patético.
Mariano Rajoy está cometiendo en Euskadi el mismo error que en Cataluña. Bueno, la verdad es que él no fue el primero: los primeros fueron el socialista Felipe González y el conservador José María Aznar. Ambos amamantaron a la hidra nacionalista y aceptaron su chantaje permanente. Y llegó un momento en el que el separatismo ficticio se hizo real, porque una generación había crecido en la obsesión antiespañola y en la democrática creencia en ser superiores al resto.
Y al igual que en Cataluña, de la mano del nacionalismo moderado: Convergencia en el este, PNV en el norte
Pues bien, la situación es ésta: los vascos no consiguieron nada con los asesinos de ETA y ahora imitan a los catalanes, que no crearon ningún grupo terrorista pero son más osados en sus planteamientos separatistas: el separatismo ha vuelto a Euskadi.
Y lo más curioso es que no han sido los proetarras de Bildu los que protagonizan esta regreso al independentismo sino los moderados del PNV. Ya saben: Convergencia en el este, PNV en el norte. No Bildu ni la CUP.
Y así, tras recibirlo todo de Madrid, el PNV paraliza los Presupuestos si no se retira el 155… en Barcelona
Y así, tras recibirlo todo de Madrid, el PNV paraliza ahora los Presupuestos Generales del Estado para 2018… si no se retira el 155 en Cataluña. Están muy preocupados por sus amigos mediterráneos.
Dicho de otra forma: el separatismo crece en Vascongadas, mientras el Gobierno español mendiga los votos de sus cinco diputados. Que no son 20 ni diez: son cinco. Y eso después de haber renovado el concierto, el cupo o la copa.
Es decir, el separatismo crece en Vascongadas, mientras el Gobierno español mendiga los votos de sus cinco diputados
La verdad es que si Mariano Rajoy tuviera un mínimo de dignidad y no viviera pendiente de permanecer en La Moncloa un rato más, no cedería al chantaje del PNV y prorrogaría los Presupuestos.
Decía Felipe González que con nacionalistas no se va a ningún sitio porque sólo piensan en lo suyo. Pues ahora, además de pensar en lo suyo chantajean al prójimo.
Así empezó el separatismo con Jordi Pujol, en tiempos de González y Aznar
Entre ‘indepes’ de uno y otro signo, y los neocomunistas de Podemos y los socialistas de Pedro Sánchez esperando a Godot, lo cierto es que España, ahora sí, está paralizada.
Ni Jordi Pujol se hubiera atrevido a tanto.