- Y la vieja guardia no se rinde: Aparicio Valls, secretario del Consejo, y sus dos grandes apoyos, Remigio Iglesias y Roberto Rey.
- ¿Extraña? Sí. Si Emilio Saracho va a ser presidente, sorprende que no lo sea desde ya mismo.
- Esto sólo ocurre cuando es de mutuo acuerdo.
- Y todo esto demuestra que Ángel Ron cuenta con más apoyos que con los que se pensaba.
- No obstante, la coyuntura de Saracho permanece: tendrá que conseguir dinero fresco.
- ¿Saben cuál es el documento que mejor explicará esto? El contrato laboral que ha firmado el nuevo presidente con el Popular.
Siete días después del anuncio del relevo en la cúpula del Popular,
Ángel Ron (
en la imagen) sigue trabajando en el proyecto Sunrise, el reto más inmediato e importante que afronta la entidad. Y no es sencillo porque se trata de crear un 'banco malo' con un volumen de activos de 6.000 millones de euros y, luego, sacarlo a bolsa.
La vieja guardia del Popular tampoco se rinde y está poniendo toda la carne en el asador. Hablamos del secretario el Consejo, Aparicio Valls -es el que manda en la Sindicatura aunque no sea su representante- y de sus dos principales apoyos: Remigio Iglesias, nombrado presidente del 'banco malo', y Roberto Rey, consejero delegado.
Así las cosas, sorprende mucho que si Emilio Saracho va a presidir el Popular, no lo haga desde ya mismo y, sin embargo, espere hasta el primer trimestre de 2017. Cuando se anuncia una sucesión y se dilata en el tiempo, es por mutuo acuerdo de las partes. Y créanme, no ha sido este caso. La intención de Ángel Ron era seguir al frente de la entidad.
No obstante, una cosa ha quedado demostrad: Ron cuenta con más apoyos de los que se pensaba. Si no los tuviera, su salida no se habría prolongado ni un solo día.
Todo esto, sin embargo, no cambia la coyuntura del nuevo presidente.
Saracho tendrá que conseguir dinero fresco sí o sí. Y es que el proyecto Sunrise es necesario pero no suficiente. No olviden que, además de los 6.000 millones del 'banco malo', el Popular necesita vender los activos adjudicados que no entrarán en Sunrise y que suman otros 9.000 millones de euros.
¿Saben cuál es el documento que mejor explicará esto? El contrato laboral que ha firmado Saracho con el Popular. Porque, ¿qué pasa si al final no logra captar el dinero necesario, o si Sunrise no sale adelante, o viene alguien y compra el banco? Seguro que el nuevo presidente, todavía
vicepresidente mundial de JP Morgan, tiene todo atado y bien atado.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com