La Junta de Accionistas de Euskaltel de 2020, celebrada este martes en la sede de la compañía, será recordada por ser telemática y por ser una de las más breves de la historia: sólo 24 minutos. En muchas cotizadas, sólo los discursos del presidente y del CEO rebasan ese tiempo.

Al parecer, José Miguel García tenía prisa y despachó su intervención en pocos minutos. Lo cierto es que la suya fue la única: el presidente no ejecutivo, Xabier Iturbe, no hizo discurso alguno y los accionistas, presentes telemáticamente, reusaron participar en su turno de intervenciones. Poco faltó para que José Ortiz, secretario del Consejo de Administración, se convirtiera en estrella mediática.

García aprovechó, no obstante, para confirmar los objetivos de Euskaltel para 2025 y que incluyen la expansión de Virgin Telco: duplicar el número de clientes de la red fija, hasta los 1,5 usuarios, así como los ingresos, hasta alcanzar los 1.300 millones de euros, de los que 520 millones (el 40%), serán de Virgin que, para entonces, contará con la mitad de los clientes de todo el grupo.

Punto importante y de rápida aprobación: el reparto de un dividendo complementario de 0,17 euros por acción que, unido al anterior dividendo, hace un total para este 2020 de 0,31 euros por título o, si lo prefieren, un total de 55 millones de euros con cargo al resultado de 2019.