La inminente expansión de Virgin Telco por España abre un nuevo escenario en el sector de las telecomunicaciones en nuestro país. Mientras en los dos polos principales del negocio en el mundo -Asia y EEUU, el número de operadores tiende a disminuir, en Europa, y particularmente en España, tienden a aumentar.

La explicación es sencilla. De los cinco jugadores que ofrecen servicios convergentes a nivel nacional, tres son telecos en el sentido estricto de la palabra (Telefónica, Vodafone y Orange) y dos son operaciones financieras (MásMóvil y Euskaltel). No es lo mismo y la diferencia es importante, también para el usuario: mientras los operadores tienen una visión industrial del negocio y, sobre todo, vocación de permanencia, los dos principales accionistas de MásMóvil y Euskaltel (Providence y Zegona, respectivamente) son fondos que buscan exclusivamente rentabilizar su inversión. Puede ser en tres, cinco, diez o más años, pero terminan saliendo del negocio o vendiendo la empresa a un tercero, total o parcialmente.

La estrategia de Virgin ya la hemos visto antes con MásMóvil: ofrecer servicios convergentes (fijo, móvil, internet y televisón) a bajo precio. El objetivo es crecer rápidamente en número de clientes para ganar masa crítica, aunque el servicio no sea el mejor. Lo más significativo de la oferta lanzada por José Miguel García, no obstante, es la tarifa sólo móvil, de 9 euros al mes y 10 GB. Ese es el verdadero gancho comercial que pretende romper el mercado y que obligará al resto de operadoras a ajustar sus ofertas. En cualquier caso, supone un nuevo mordisco al ya maltrecho mercado de las telecomunicaciones que parece abocado a perder valor con cada campaña comercial.

Ofrecer servicios ‘premium’ a bajo precio tiene truco y la peor parte, como se pueden imaginar, se la lleva siempre el usuario. Virgin puede ofrecer tarifas bajas porque no tiene red propia sino que alquila de un tercero, en este caso la de Orange. Desplegar fibra es muy caro y mantenerla, también. ¿Cuál es la contrapartida? Que el servicio y la atención a los clientes deja mucho que desear en cuanto surge el más mínimo problema. Lo vimos en su día con Jazztel y lo vemos actualmente con Yoigo (MásMóvil) en las redes sociales, si bien es cierto que parte de la red que utiliza es propia.

Otro problema al que se enfrenta García: el riesgo de canibalización que corre al ofrecer Virgin en el País Vasco, donde Euskaltel tiene a sus mejores clientes, los que otorgan un mayor margen. El riesgo es grande, más todavía en estos momentos de crisis económica en los que las familias y las empresas buscan ahorrar a toda costa. Y si pueden tener lo mismo, o casi lo mismo, por la mitad de precio…