- Aún no sabemos el destino de las macro inversiones que realizará la compañía.
- Prado presume de tener un 45% de consejeros independientes.
- La eléctrica aprueba un dividendo ordinario de 0,76 euros por acción.
- Prado exige medidas económicas expansivas y estabilidad política.
En general, las
juntas de accionistas de las grandes empresas son un puro trámite que no da lugar a sorpresas. Siempre se aprueban los puntos propuestos en el orden del día. Y si la empresa está controlada por un solo accionista de referencia, con más razón todavía. El interés de las juntas se centra, pues, en el discurso del presidente, en sus declaraciones a la prensa -si las hay- y, sobre todo,
en las intervenciones de los accionistas, aunque esto último va por barrios.
En el caso que nos ocupa, el de
Endesa, lo más interesante ha sido el final, esto es, las declaraciones a la prensa del presidente,
Borja Prado (
en la imagen). Pregunta: ¿Qué opina de la propuesta de
Podemos, de nacionalizar empresas estratégicas? Respuesta del presi: "Yo defiendo la empresa privada y creo que ha ido muy bien, y la mayor prueba la tienen en esta casa", ya que Endesa fue privatizada totalmente en 1998.
Pero don Borja, tenemos un problema. La Endesa que usted preside ha pasado a estar controlada por
Enel, empresa pública italiana. Y no vale que ahora diga que se ha enterado de esto por la prensa, que estaba usted ahí cuando sucedió, en primera línea. Es más, fue usted uno de los artífices de esa operación y del posterior
vaciamiento de la española. ¿Do you remember? ¿Qué no le gustan las empresas públicas? Pues será así, salvo la citada Enel, que es la que le paga (y bastante bien, por cierto).
Al margen de esto, la junta ha sido muy tranquila. En su discurso,
Prado se ha empeñado en justificar el vaciamiento de la compañía. Ahora, una vez vendida
Enersis, la joya de la corona, a Enel, la razón de ser de Endesa se centra en la Península Ibérica, es decir, en España y Portugal. Y, sin menospreciar las oportunidades que ofrecen los dos países, se antojan pobres para una compañía que en su día fue la eléctrica líder de nuestro país, con claras aspiraciones en el exterior.
En este sentido, aún no sabemos el destino de los 4.400 millones de euros de inversión que la compañía hará en los próximos cinco años. De hecho, ha centrado una de las tres intervenciones de los accionistas, y Prado no ha terminado de despejar la incógnita.
Durante su discurso, el presidente ha presumido de contar con un
consejo de administración formado, en un 45%, por independientes. "Esta nueva composición del consejo de administración es la mejor garantía de que sus intereses -los de los accionistas- están bien representados", ha señalado. Está bien, pero la clave está en el 55% restante, que es el que controla la empresa.
Uno de los argumentos utilizados por Endesa para animar a los accionistas en esta nueva etapa, es el mantenimiento de una política de
dividendo muy atractiva. Y este lunes no iba a ser distinto. La compañía ha aprobado un dividendo ordinario de 0,76 euros por acción con cargo a resultados de 2014. Además, el grupo ha asumido el compromiso de elevar un 5% el dividendo, al menos en 2015 y 2016. Para llevar a cabo este compromiso, el consejo está dispuesto a distribuir el 100% del
beneficio neto obtenido.
En el plano macro económico y ante las próximas
elecciones generales, Prado ha exigido medidas económicas expansivas y estabilidad política. ¡Viva la empresa privada! ¡Viva Enel!
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com