- El venezolano pretendía recibir un beneficio extraordinario para pagar los 600 millones de euros que aún debe al Frob.
- Al final, se quedan para reforzar capital de la entidad.
- Lo lógico es que no se retribuya al accionista hasta que se haya pagado el precio de la compra que le otorgó la propiedad.
- Y más en un banco que costó cerca de 10.000 millones de euros a los españoles.
La jugada de
Juan Carlos Escotet (
en la imagen), máximo accionista y vicepresidente de
Abanca, consistía en pagar Abanca con el dinero de
Abanca. Al menos, una parte del precio. Concretamente, pretendía pagar 132 millones de euros –de los 600 que aún tiene pendiente de abonar- con el primer dividendo.
Pero el Banco de España ha dicho que no, que nada de pagar
Abanca con el dividendo de la propia Abanca. Lo primero es reforzar capital, y para eso es para lo que destinarán los 150 millones que iban destinados a retribuir a los accioinistas.
Así se explica el hecho de que la junta de accionistas -
Escotet es el máximo accionista con más del 88% del capital-, celebrada este martes, haya decidido no repartir dividendo, tal y como había propuesto el consejo de administración, consejo dominado por el propio
Escotet.
Y es que lo lógico es que no se retribuya al accionista hasta que se haya pagado el precio de la compra que le otorgó la propiedad, es decir, el Frob. Recuerden que la propuesta de Escotet ascendía a 1.003 millones de euros. No fue, ni la propuesta más cuantiosa ni la mejor en cuanto a la forma de pago. Pero dio lo mismo. Escotet se quedó con NCG Banco.
Y eso que la entidad gallega costó a los españoles cerca de 10.000 millones de euros. Demasiado.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com