- Al ex consejero delegado del Santander no le basta con su puesto en el Banco Vaticano.
- Popular Banca Privada ha tenido muchas 'novias' durante el último año.
- Hablamos de una entidad independiente, con ficha bancaria propia aunque cien por cien del Popular.
A
Javier Marín (
en la imagen) le va la marcha. A sus 51 años, el
ex consejero delegado del Santander quiere volver a la primera línea empresarial y no ahorra esfuerzos para seguir desarrollando sus habilidades financieras. Popular Banca Privada es su oportunidad.
Desde luego, no es un objetivo sencillo, pero él insiste. Tampoco es el único que se ha interesado por el negocio
premium del banco que preside
Emilio Saracho. Recuerden la tentativa,
adelantada por Hispanidad, de
José Salgado en febrero de 2016. Pero las negociaciones no llegaron a ninguna parte y en septiembre, el banco paralizó la venta de ese negocio. Pujaban por él, además de
Salgado, la familia
Del Valle, la firma
A&G y el fondo
Warburg Pincus. Mucho ha llovido desde entonces, pero la posición oficial de la entidad no ha variado.
Popular Banca Privada es una entidad independiente, y esto es importante, con ficha bancaria propia. Eso sí, es cien por cien del Popular. Hablamos de 7.170 millones de euros en activos y de más de 6.800 clientes. En cuanto a su valoración, una pista: en 2014,
el Popular recompró el 40% que estaba en manos de Dexia y pagó 49 millones de euros.
No es tarea fácil pero
Marín insiste. Quiere acción, porque ni los más de 10 millones de euros que se llevó del
Santander, ni el puesto de consejero del
Banco Vaticano -diciembre de 2016- le satisfacen completamente.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com