- La empresa tiene listos los términos del ERE para 500 trabajadores.
- Avanza la restructuración, a la espera del visto bueno judicial para evitar el concurso.
- El guión está marcado por la banca: apostar por el exterior, donde está el 80% del negocio.
Llega la solución más dolorosa para
Isolux, inmersa en el proceso de reestructuración de 2.200 millones de euros de deuda, que se mide siempre en los recortes de
plantilla. La empresa ultima así un
expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a unos 500 trabajadores en España, informa
Europa Press. La propuesta será comunicada este martes a los sindicatos.
El recorte, que impacta a un tercio de la plantilla, acelera así los
planes de ajuste que ha puesto en marcha su presidente,
Nemesio Fernández-Cuesta, según los términos presentados al juez, a finales de junio, pactados previamente con los acreedores para evitar la quiebra.
De lo que se trata, dicho de otro modo, es que Isolux consolide su
negocio en el exterior, de donde proceden el 80% de sus ingresos (en la misma proporción que los proyectos y la cartera de pedidos, sobre todo en Hispanoamérica y la India).
Es la
estrategia pactada para que los bancos (
CaixaBank,
Santander y
Bankia) tomen el control del grupo tras el
acuerdo de refinanciación de la deuda, a la espera del visto bueno judicial para salir del concurso de acreedores. Es una salida parecida a la de
Abengoa, pero a otro nivel.
Al final, ¿qué le quedará a Isolux? Sobre todo, el negocio de infraestructuras y de líneas de transmisión, es decir, túneles y alta tensión, y en el exterior.
Y respecto a los accionistas de control -Luis Delso y José Gomís, ya ex presidente y ex vicepresidente-, su
participación quedará en el 5%. Pero el
peligroso declive de Luis Delso comenzó a finales de 2015, aunque se ha dilatado hasta mediados de este año.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com