• En virtud del pacto de no concurrencia suscrito con la empresa.
  • Monzón trabaja ahora en la digitalización del Banco Santander.
  • Tras fracasar el intento de Botín de colocarlo como presidente de Abengoa.
  • ¿No concurrencia? ¿Seguro?
  • La retribución de Abril-Martorell (1,9 millones) aumenta un 45,4% gracias al variable.
  • Y la del Ceo, Javier de Andrés (1,2 millones) sube un 50,7%.
Dos años después de abandonar INDRA -enero de 2015-, Javier Monzón (en la imagen) sigue cobrando de la compañía. Y no cualquier cantidad: 3 millones de euros, que se añaden a los 12 millones que se llevó en concepto de pensión y a los 3,8 millones que se embolsó en 2015. Según el informe de remuneraciones, remitido este viernes a la CNMV, Monzón "devengó durante el ejercicio 2016 una compensación de 3.000 m€ (3 millones de euros) en virtud del pacto de no concurrencia suscrito con la Sociedad". Es decir, cobra 8.219 euros al día por no trabajar en la misma actividad que desarrollaba INDRA. Hasta ahí, correcto. Hay que cuidar a nuestros mayores, que el tema de las pensiones está muy difícil. Ahora bien, resulta que Mónzón tiene despacho en Castellana 24 -una de las sedes del Santander- y se dedica, precisamente, a la digitalización del banco. Es decir, trabaja en el ámbito de la tecnología. Antes de aterrizar en el banco, su amiga Ana Botín le intentó colocar al frente de la ingeniera y tecnológica Abengoa. Solo la oposición del resto de la banca acreedora impidió el feliz desenlace. A lo que vamos: ¿Seguro que se cumple la no concurrencia? Por su parte, el presidente de INDRA, Fernando Abril-Martorell, ganó 1,9 millones de euros, un 45,4% más que en 2015, gracias al variable de 972.000 euros, percibido tras la consecución de los objetivos marcados. En esta línea, el consejero delegado, Javier de Andrés, vio aumentar su remuneración en un 50,7%, hasta los 1,2 millones de euros. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com