Celebramos 22 años en Hispanidad.com
Hispanidad nació un 20 de marzo de 1996. Es, pues, el decano la prensa digital independiente en España. Y hoy cumple 22 años de edad, con su edición 5.391 y con un cambio de diseño que espero sea de su agrado.
Durante esos 22 años los ‘enemigos’ de los medios independientes de internet han cambiado, según el siguiente recorrido:
- Internet era un mundo de raritos, minoría sin influencia social. Vamos, que la nueva prensa independiente eran unos ‘donnadies’.
- En una segunda etapa, el enemigo eran los medios tradicionales: cuando la prensa vegetal, comprendió que la prensa independiente y los blogueros les quitaban lectores, se dedicaron a injuriarla y a ningunearla y a imitarla. Pero era demasiado tarde.
- Entonces surge el tercer enemigo, con Google y Facebook como representantes señeros. Más serio Google, que ofrece el servicio de buscador, más frívolo Facebook, como patio de comadres global, pero enemigos ambos del periodismo libre. En primer lugar, porque se han hecho con una especie de monopolio mundial de la publicidad, el medio de vida de la prensa libre, y, mucho más grave, con el monopolio de la información. Si no estás en Google, no existes; si no estás en Facebook, nadie hablará de ti.
Por de pronto, las redes sociales se apropian de la información y de la opinión y, atención, marcan el camino a seguir, tanto en forma como en fondo. Todo lo que no figure en los patrones políticamente correctos de Google y Facebook está condenado a la marginalidad: ¿nos damos cuenta de lo liberticida que es esto? ¿Nos damos cuenta de que conduce al pensamiento único e incontestable?
En fondo y forma: reducir la posibilidad de argumentación a 140 caracteres (ahora 280), genera superficialidad, por no hablar de frivolidad. Pero en todos los ‘top ten’ de la infovía Internet ocurre algo parecido. Se ha creado un nuevo oligopolio informativo, en el que grandes multimedias de antaño han sido sustituidos en su papel censor por los Google y Facebook de hogaño. Según los mandamientos políticamente correcto. Es decir, idiotas.
El nuevo oligopolio informativo ya no es el de los viejos multimedia sino el capitaneado por Google y Facebook.
Pero, por encima de todas esas etapas, lo cierto es que Hispanidad ha vivido, gracias a Internet, un periodo de libertad que había dejado de existir en la prensa clásica. Y ahora me refiero a los diarios papel y a la radio y a la televisión.
Y es que los medios tradicionales se han convertido en un oligopolio y a veces da la sensación de que caminan hacia el monopolio, por mor del pensamiento único y de las necesidades empresariales de sinergias que, en un trabajo literario como el del periodismo, ya sabemos en qué consiste: en explotar más al trabajador para reducir gastos sin devaluar el producto. Objetivo verdaderamente complicado.
Pero el último enemigo de Internet como paraíso de la libertad informativa, donde un medio independiente puede desafiar a los grandes multimedia, surgen los peligrosos delitos de odio, una realidad jurídica que ha corrido como una mancha de aceite por el mundo y a gran velocidad. Los delitos de odio constituyen una majadería que se ha convertido en verdadera guillotina de la libertad de expresión.
Los ‘face-goo’ imponen lo políticamente correcto.
Los delitos de odio, en España el 510 del Código Penal, invierten la carga de la prueba: es el acusado quien tiene que convencer al acusador de que no le ha ofendido, de que no es un delincuente, confundiendo, de paso, delito y pecado. Y las más de las veces no se trata ni de lo uno ni de lo otro.
Volvamos a la libertad: los enemigos actuales de la libertad de prensa son dos: el nuevo oligopolio informativo y el pensamiento único.
El nuevo oligopolio informativo ya no es el de los viejos multimedia sino el formado por las redes sociales y por Google y Facebook (sí, el que se acaba de caer en bolsa por juguetear con la privacidad de los demás).
Me siento ofendido: demuéstrame que no me odias o acabarás en la cárcel.
El pensamiento único supone que todo aquel que se oponga a lo políticamente correcto es ninguneado. Los ‘face-goo’ imponen lo políticamente correcto, es decir, el pensamiento único. Es decir, la necedad. Ejemplo: hablar de Cristo no resulta políticamente correcto. Y la tiranía es sutil; por ejemplo, los verdugos de las libertades de expresión y de prensa se inventan enemigos ficticios para ocultar su tiranía. El último invento son las noticias falsas (fake news). ¿Qué es una ‘fake news’? Lo políticamente incorrecto. Por ejemplo, los principios cristianos.
¿Qué es una ‘fake news’? Lo políticamente incorrecto. Por ejemplo, los principios cristianos.
Y ahora surge el tercer enemigo: los precitados delitos de odio, verdadera guillotina de la libertad de prensa. Porque el delito de odio es el instrumento preferido por los ‘lobbies’ políticamente correctos, no ya para silenciar al disidente sino para, si es posible, llevarle a la cárcel. El más activo de estos lobbies es el lobby gay pero ahora surge con fuerza el lobby feminista, es decir, antinatalista y abortero.
Y ojo, porque los delitos de odio invierten la carga de la prueba y se dilucidan, no en los hechos, sino en los sentimientos. Me siento ofendido por el acusado: convénceme, acusado, de que no me odias. Mejor, alábame. Si no, a la trena.
Ahora surge un tercer enemigo de la prensa libre: los delitos de odio, verdadera guillotina de la libertad de prensa.
En cualquier caso, la historia de estos de 22 años de Hispanidad es una historia de libertad… sufrida y renovada con sangre. Con sangre informativa, no se asusten. Y puedo asegurarles que ha merecido la pena el esfuerzo y seguirá mereciéndolo: por la libertad y por la independencia.