Golpe de Estado en Myanmar (Birmania): el ejército detuvo a la jefa del gobierno, Aung San Suu Kyi, y a otros altos cargos
El ejército de Myanmar (antigua Birmania) proclamó este lunes el estado de emergencia por un período de un año y nombró a un general como presidente interino, después de detener a la jefa del gobierno civil Aung San Suu Kyi y a otros altos cargos, recoge Infobae.
Esta decisión es necesaria para preservar la “estabilidad” del Estado, afirmaron los militares en una declaración en la cadena de televisión del ejército NAME. Acusaron a la comisión electoral de no haber subsanado las “enormes irregularidades” que se produjeron, según ellos, durante las elecciones legislativas de noviembre, que ganó el partido de Aung San Suu Kyi.
La líder de Myanmar Aung San Suu Kyi y otras importantes figuras del partido gobernante fueron detenidos en una operación en la mañana, dijo el lunes el portavoz de la gubernamental Liga Nacional para la Democracia. Los arrestos se producen tras días de tensiones al alza entre el gobierno civil y el poderoso ejército.
Los militares acusaron a la comisión electoral de no haber subsanado las “enormes irregularidades” que se produjeron, según ellos, durante las elecciones legislativas de noviembre
El poderoso Ejército, que mediante una sucesión de juntas militares gobernó el país durante casi medio siglo, rechazó el sábado los rumores y garantizó en un comunicado su compromiso con la defensa de la Constitución. De esta forma, sofocó temporalmente los rumores de golpe que se han ido intensificando desde que el pasado martes el portavoz militar Zaw Min Tun se negara a descartar la toma del poder por parte del Ejército tras denunciar supuestas irregularidades en las elecciones legislativas del pasado 8 de noviembre.
La premio Nobel de la Paz Suu Kyi, de 75 años, llegó al poder tras arrasar en las elecciones en 2015, después de décadas de arresto domiciliario en una lucha por la democracia que la convirtió en un icono internacional. Su última aplastante victoria electoral demostró su gran popularidad en Birmania, a pesar de su mala reputación internacional por las políticas contra la minoría rohinyá, a la que gran parte se le niega la ciudadanía y el voto, entre otros derechos.
Las elecciones de noviembre fueron las segundas democráticas en en el país desde el fin del régimen de la junta en 2011.