- El Gobierno quiere que estén preparados para absorber a Liberbank, Unicaja e Ibercaja.
- A BBVA le interesa Ibercaja.
- A Caixabank, le pone Liberbank y también Unicaja.
- Y al Sabadell, Unicaja.
- Ahora bien, salvo Unicaja, el resto quiere continuar operando en solitario.
- Ojo, no hablamos de aumentar el negocio sino de aumentar la capitalización.
- El Santander ha comprado el Popular, por un euro, y en un mes ha aumentado su capitalización en casi 3.000 millones de euros.
- En resumen: estamos creando en España un oligopolio bancario: no admitimos lo pequeño, nos gusta lo grande, es decir, lo monstruoso.
Estamos en la era
post-Popular. Todos reparan en el
Santander, que ha conseguido un verdadero chollo con la adquisición del Popu por un euro y
con el único riesgo de las reclamaciones judiciales.
Por de pronto, la compra del Popular ha supuesto que la capitalización del Santander suba en casi 3.000 millones de euros. Ahora que se cumple un mes de la
operación nocturna, el Santander vale más de 86.000 millones de euros. Y lo más importante: con la absorción del Popular se ha permitido una ampliación de capital de 7.072 millones de euros,
que no es para absorber el Popular sino para reforzar al Santander.
Y entonces es cuando el ministro de Economía,
Luis de Guindos, no precisamente el vencedor del Santander-Popular, colabora con el
Banco Central Europeo (esta institución que tanto le gustaría presidir) para continuar con el proceso de crear un
oligopolio bancario: no admitimos lo pequeño, nos gusta lo grande, es decir, lo monstruoso.
Y así, por feliz acuerdo del BCE y FROB, es decir, Fráncfort y Madrid, los tres grandes han recibido la orden de estar atentos. Hablamos de BBVA,
Caixabank y
Sabadell. ¿Atentos a qué? Pues a verse obligados a absorber a los llamados tres medianos (de
Kutxabank se olvida todo el mundo pero por el trato de favor que ha recibido la entidad vasca, que seguirá siendo
caja de ahorros y producto exclusivo del PNV). Es decir, a
Ibercaja, Unicaja y Liberbank. Por decir algo: Ibercaja le interesa al BBVA; a Caixabank le ponen
Unicaja y Liberbank -Liberbank por la cornisa cantábrica y Unicaja por
Andalucía Oriental y Castilla y León-; y al Sabadell le pone la andaluza Unicaja, con la que ya ha tenido negociaciones (perdón, charlas informales).
Quien no acepta negociaciones es Ibercaja que, por el momento, es la más fuerte de las tres y no está dispuesta a dejar su sede aragonesa.
Ojo,
no hablamos de aumentar el negocio sino de aumentar la capitalización. En cualquier caso, la fiesta empezará en septiembre y
no hay que olvidar que para aquellas entidades que pretendan permanecer independientes,
el enemigo está dentro. En el Paseo de la Castellana 162, Madrid, sede del Ministerio de Economía.
En resumen:
estamos creando en España un oligopolio bancario: no admitimos lo pequeño, nos gusta lo grande, es decir, lo monstruoso.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com