- El encuentro tuvo lugar inmediatamente antes de que saltara el nombre de Emilio Saracho.
- Ron, sin mucho entusiasmo, solicitó una oferta para presentarla al Consejo.
- La oferta concreta nunca llegó.
- La iniciativa del presidente del BBVA resulta curiosa porque siempre ha considerado que el mercado español no es una prioridad.
- Especialmente, la banca doméstica y presencial del Popular.
La reunión extraordinaria del Consejo del Popular, en la que se acordó
la extraña sucesión de Ángel Ron, tuvo lugar el jueves uno de diciembre. Pues bien, justo antes, el presidente del Popular recibió una llamada inesperada:
Francisco González (FG) (
ambos en la imagen) quería reunirse con él cuanto antes.
Como se pueden imaginar, Ron no se hizo de rogar y los dos banqueros se apresuraron a cuadrar sus agendas.
Efectivamente, el asunto era de la máxima prioridad. El
presidente del BBVA quería trasladar a su colega un mensaje directo y de manera personal, sin intermediarios de ningún tipo, tampoco digitales:
estaba dispuesto a comprar el Popular.
De esta manera, se repetía el esquema de un presidente septuagenario (FG) -llegará a los 75 en 2019- frente a otro que aún no ha cumplido los 55 años. En caso de fusión, lo lógico sería que el más veterano acabara cediendo el testigo al más joven. Eso sería lo lógico y el futuro que podría esperar Ron si se diera el caso. Pero con FG nunca se sabe, aunque,
¿alguien piensa de verdad que el próximo presidente del BBVA será el actual Ceo, Carlos Torres?
En cualquier caso, y sin bajar a más detalles, la reacción de Ángel Ron no fue muy entusiasta. El todavía presidente del Popular
siempre ha defendido la independencia de la entidad. Y si se produjera una operación corporativa, su banco sería la parte compradora. Ahora bien, ante el descontento que venían mostrando algunos consejeros,
Ron pidió a FG una oferta para presentarla al Consejo.
Así concluyó la reunión. La oferta concreta del BBVA nunca llegó al despacho de Ron. Inmediatamente despúes saltó el nombre de
Emilio Saracho como nuevo número uno del banco.
Por cierto,
no es la primera vez que FG se fija en el Popular. Intentó comprarlo cuando era presidente de
Argentaria. En aquella ocasión, sin embargo, no se dirigió directamente al presidente,
Luis Valls Taberner -copresidente junto a su hermano, Javier- sino que acudió al entonces consejero delegado del banco,
Ricardo Lacasa, quien dio pábulo al asunto y propició un encuentro entre los dos presidentes.
Evidentemente, a Luis Valls no le gustó nada la actitud de Lacasa y lo cesó de manera fulminante aunque, oficialmente, el Ceo se marchó del banco porque había llegado el momento de jubilarse. Era el año 1999 -Lacasa tenía 63- y, miren por dónde, tres años después (2002),
FG le nombró consejero del BBVA.
Un último apunte. La iniciativa de FG resulta curiosa porque siempre ha considerado que
el mercado español no es una prioridad. Especialmente, la banca doméstica y presencial del Popular. Lo de FG es un mercado mucho más global y, sobre todo, digital.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com