• En el primer trimestre FCC volvió a cerrar en negativo: pérdidas de 16,7 millones de euros.
  • Basura y agua aportan el 91% del resultado típico de explotación.
  • De cara al futuro, hay que darle una solución definitiva a FCC Construcción y a Portland Valderrivas.
  • Y confiar más en los directivos españoles.
La entrada del mexicano Carlos Slim (en la imagen) salvó a FCC de un apalancamiento del que parecía imposible salir. Además, el mexicano ha utilizado toda su presión "excesiva" -según la banca española- para reducir la deuda de la compañía con quitas que si no se le conceden puede advertir a los acreedores que no está dispuesto a trabajar con entidades que no hagan un esfuerzo extra. Pregunten en el BBVA, donde FG se puso terco pero acabó por pasar por el aro: demasiados intereses en México. En otras palabras, aunque la operación aún no ha concluido, Carlos Slim ha devuelto el equilibrio financiero a FCC pero el problema es de fondo: una cosa es sanear y otra cosa, rentabilizar. Los resultados correspondientes al primer trimestre de 2016, otra vez en pérdidas, así lo demuestran. Basura y agua siguen siendo la clave de la generación de recursos que constituye la asignatura pendiente de la firma. Y luego dos problemas que hay que cerrar ya: FCC Construcción y Portland Valderrivas. Dicho de otra forma. Slim le ha venido muy bien a FCC, su buque insignia en España, pero debe dejar de comportarse como un financiero y empezar a ejercer de industrial. Y, de paso, confiar más en los ejecutivos españoles que son los que conocen el negocio. Lo realizado hasta ahora es estupendo: el problema es lo que falta por hacer. Eulogio López eulogio@hispanidad.com