• La cementera no ve la luz al final del túnel: cae el beneficio y aumenta la deuda hasta los 1.363 millones de euros.
  • Eso sí, en Realia disminuye la facturación un 19,5% mientras que en CPV aumenta un 7,3%.
  • El año 2016 será clave para refinanciar la deuda de CPV.
  • Inmobiliaria Carso (Slim) acudirá a la ampliación de capital de Realia para mantener su 25,1%. Lo que no está claro es lo que hará FCC.
A Carlos Slim (en la imagen) le quedan deberes por hacer. El máximo accionista de FCC tiene que poner al día la situación financiera de dos de las filiales más importantes del grupo, Realia y Cementos Portland Valderrivas. Al cierre de septiembre, la deuda de la inmobiliaria ascendía a 1.067 millones de euros, (790 están en manos de los fondos Fortress, King Street y Goldman Sachs), de los que el 50% vence en 2016, esto es, unos 533 millones. La de Cementos Portland Valderrivas (CPV) es aún más elevada: 1.363,3 millones. El problema de la filial cementera es que, lejos de disminuir, la deuda ha aumentado un 4,1% en los primeros nueve meses del año. A su favor juega la facturación, que ha crecido un 7,3% respecto a la de 2014. Por cierto, el 65,5% de esa facturación fue internacional (Reino Unido y EEUU, sobre todo). Pero es poco consuelo ya que la filial cementera volvió a registrar pérdidas, que alcanzaron los 54,3 millones de euros, esto es, un 20% superiores a las de 2014. La compañía explicó este martes por la tarde que los números rojos se deben a las menores ventas de derechos de emisión y a las diferencias e la contabilización de las paradas de las plantas por el mantenimiento de las mismas. Antes, este impacto negativo se contabilizaba a lo largo de todo el año y ahora se debe contabilizar en un sólo mes. Argumentos al margen, la situación de CPV sigue siendo preocupante: aumenta la deuda y cae el beneficio. Y resulta aun más preocupante si tenemos en cuenta que en 2016 tendrá que refinanciar la deuda, y lo tendrá que hacer apoyada en las cifras de 2015. La situación de Realia es algo distinta. Como ya hemos comentado, su deuda es menor -1.067 millones- y, además, de enero a septiembre ha disminuido un 2,1% gracias a la generación de caja. Además, la inmobiliaria ha logrado dar la vuelta a los resultados y ha registrado un beneficio de 2,1 millones de euros. En 2014, perdió 14,7 millones. Ahora bien, lo ha logrado por la contención de los gastos, por menores gastos financieros (menos deuda) y por el aumento de los márgenes operativos. Es decir, la vuelta al beneficio no es fruto de un crecimiento del negocio. De hecho, la facturación cayó un significativo 19,5% y no superó los 72,2 millones de euros. La menor venta de promociones y el hecho de no haber vendido nada de suelo son los culpables de esta caída. Lo mejor de Realia es, sin duda, su cartera patrimonial, que aportó el 82% de la facturación (59,2 millones), aunque sólo aumentó un 0,9% respecto a 2014. La inmobiliaria que ahora preside Juan Rodríguez Torres todavía tiene un elevado stock que le está costando colocar. Hablamos de 595 viviendas terminadas (sólo ha vendido nueve) y de 57 parcelas unifamiliares. Como ocurre en CPV, en 2016 Realia tendrá que refinanciar deuda. En este caso, la mitad de esos 1.067 millones de euros. Para afrontarlo, la compañía ha anunciado este miércoles una ampliación de capital de 87 millones. Inmobiliaria Carso (Slim) ya ha anunciado que aportará 21 millones para así mantener su particpación del 25,1%. Por cierto, el precio de las nuevas acciones será de 0,58 euros, el mismo que pagó Slim en la OPA que lanzó sobre la inmobiliaria, y un 21% inferior al precio al que cerraron el martes los títulos de la compañía (0,735 euros por acción). Lo que todavía no está claro es lo que hará FCC, que actualmente posee el 36,8% de la inmobiliaria. Una cosa es segura: Slim no perderá el control. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com