Vuelta de tuerca del BBVA a las comisiones. El banco que preside Carlos Torres ha comenzado a cobrar 2 euros a los clientes por retirar dinero de su cuenta corriente en el mostrador, siempre que se trate de cantidades inferiores a 2.000 euros... que suelen serlo.

La medida, como se pueden imaginar, afecta sobre todo a los clientes más mayores, que lo han hecho así siempre y que tienen dificultad para entenderse con el cajero automático. Cada vez que quieran sacar su dinero de su cuenta tendrán que pagar 2 euros de comisión. Hablamos de un servicio que le aporta al cliente mucho valor añadido, naturalmente.

Lo denunciaron los sindicatos durante la Junta de Accionistas: las cifras de clientes digitales no corresponden a la realidad porque, principalmente en el caso de los ancianos, es el empleado quien los ‘digitaliza’. Algo similar sucede con las tarjetas de crédito: no las quieren porque luego no recuerdan cuánto han gastado y en qué, pero les ‘obligan’ a contratarlas para no cobrarles más comisiones.

Y todo esto mientras la dirección prepara un ERE que afectará a 3.800 empleados. Los preliminares no han sido nada halagüeños y existe un gran desazón entre los trabajadores.

La subida del precio de las comisiones bancarias debería tener un límite. En cualquier caso, se cobra por prestar un servicio. Esto no es un servicio.