La ley de la eutanasia que ha aprobado el Gobierno social-comunista sigue suscitando el rechazo en la sociedad española.

Cabe recordar que el Comité de Bioética, órgano asesor del Gobierno, está en contra de legalizar la eutanasia.

Además, el Colegio de Farmacéuticos de Madrid (COFM), el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región (COEM) y el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (ICOMEM) han publicado una declaración oficial conjunta pidiendo la retirada de la recientemente aprobada por el Gobierno social-comunista ley de eutanasia.

Y hasta históricos socialistas como Paco Vázquez se oponen a la eutanasia: “Siempre se debe amparar y proteger el derecho a la vida, sobre todo cuando se tiene una concepción social del Estado”. El socialista recuerda los “problemas jurídicos que han existido en países que han aplicado esta ley como Holanda y Bélgica”. “Pueden producirse situaciones en las que provocar la muerte responda a motivos económicos por parte del Estado".

Asimismo, la Iglesia española ha animado a la “objeción de conciencia” frente a la eutanasia, ya que "es un homicidio". Y aconseja a los ciudadanos decir "explícitamente" en el testamento vital que no se les aplique la eutanasia.

La despenalización de la eutanasia reconoce el derecho a morir como una prestación más en el sistema público de salud y no parece adecuado sacar esta ley en un momento en que las emociones están exaltadas

Y en un reciente debate en el campus de Vitoria de la Universidad del País Vasco, Asun Cantera López de Silanes, profesora de dicha universidad y miembro del Comité de Ética para las Investigaciones relacionadas con seres humanos de este centro, recordó el informe contrario del Comité de Bioética: “El Comité apuntó a la necesidad de tener unos servicios médicos estructurados en torno a los cuidados paliativos por encima de convertir la eutanasia en un derecho subjetivo por unanimidad”, recuerda a El Correo.

De este modo, llama a potenciar los cuidados paliativos, a integrarlos en la enseñanza de Medicina y a aplicar la Ley de Dependencia rápidamente. “Nos encontramos que hay quienes mueren antes de recibir una valoración y, sin embargo, la Ley de eutanasia contempla el proceso tras presentar dos escritos en 30 días”.

“La despenalización de la eutanasia reconoce el derecho a morir como una prestación más en el sistema público de salud y no parece adecuado sacar esta ley en un momento en que las emociones están exaltadas”, agrega esta profesora vitoriana, quien considera que no se ha reflexionado lo suficiente sobre la eutanasia, en referencia a la pandemia de coronavirus.

Por otro lado, se muestra manifiestamente en contra de que las muertes por eutanasia sean consideradas para las estadísticas como “muertes por causas naturales”, como establecerá ña nueva ley.  “Debemos conocer cuánta gente se somete al procedimiento y evitar señalar a los profesionales que recurran a la objeción de conciencia”, plantea la docente, quien insiste en las implicaciones que la nueva ley puede tener sobre el personal médico.

Pero además, recalca que “algunas personas se sintieran forzadas a dar este paso por desconocimiento o cargas mentales o económicas sería trágico”, insiste Cantera, quien considera que el sufrimiento existencial “no corresponde a la Medicina”.