Tres prestigiosas instituciones sanitarias de Madrid han publicado una declaración oficial conjunta pidiendo la retirada de la recientemente aprobada por el Gobierno social-comunista ley de eutanasia.

Esas tres instituciones son el Colegio de Farmacéuticos de Madrid (COFM), el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región (COEM) y el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (ICOMEM)

Esta es su declaración oficial:

“El Colegio de Farmacéuticos de Madrid (COFM), el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región (COEM), y el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (ICOMEM), denunciamos la indefensión para los profesionales sanitarios y el riesgo para la población que supone la ley de eutanasia y queremos poner de manifiesto la grave preocupación que estos profesionales tienen ante el proyecto de ley de eutanasia.

La eutanasia está prohibida en toda Europa con la excepción del Benelux.  La sociedad puede ser confundida mediante una intensa presión desde los medios, pero las profesiones sanitarias no. Conocemos la gravedad de las acciones que conlleva, a nivel personal e institucional, y la ‘pendiente deslizante’ hacia la eliminación y/o corrupción del derecho a la vida que implica. La demanda de eutanasia es mínima o nula cuando el paciente es atendido por un equipo de profesionales experto. En vez de potenciar unos Cuidados Paliativos infra-desarrollados, la única alternativa que propone esta ley a pacientes con enfermedades avanzadas es matarlos. Es particularmente grave el engaño que nace con la ley de considerar la muerte provocada por eutanasia como muerte natural, algo injustificable.
 
Esta ley es también muy inoportuna, teniendo en cuenta la situación de pandemia y el gran número de sanitarios que se han visto afectados por el coronavirus. Es incomprensible que, en ausencia de demanda social, la ley se tramite de forma acelerada por decreto, sin diálogo alguno con las profesiones sanitarias y contra el criterio del Comité de Bioética, máximo órgano asesor del gobierno en este tema.   
 
Demandamos una Ley General de Cuidados Paliativos, previo diálogo con las profesiones sanitarias, y la retirada del proyecto de ley de eutanasia. En el caso de que no se produzca dicha retirada, nos reservamos el derecho de solicitar a la Comunidad de Madrid, última responsable de la sanidad en nuestro ámbito, la no aplicación de una ley injusta que va contra la ética y la deontología”.

Hoy en día, cuando un paciente va a un hospital tiene la certeza de que lo que le van a hacer es algo bueno para él. Con esta nueva ley, vamos a perder esta relación

Además, el doctor Manuel Martínez Sellés, presidente de una de esas instituciones -el Colegio de Médicos de Madrid-, fue entrevistado en El Mundo, donde volvió a oponerse rotundamente a la ley de eutanasia y destacando que la ley de la eutanasia española “nos va a convertir en la excepción de Europa”, pues esta práctica únicamente está legalizada en el Benelux pues “en la mayoría de países de nuestro entorno se considera ilegal matar a un paciente”.

“La eutanasia va contra el juramento hipocrático y el código deontológico de los médicos. Además, la Asociación Médica Mundial la ha condenado de forma clara y explícita”, recalca este médico, que insiste en que “destruye la relación de confianza médico-paciente. Hoy en día, cuando un paciente va a un hospital tiene la certeza de que lo que le van a hacer es algo bueno para él. Con esta nueva ley, vamos a perder esta relación”.

Ante el argumento de que el médico no va a hacer nada que el paciente no le haya pedido, el presidente de los médicos madrileños habla de lo que está ocurriendo en Holanda. “Hay pacientes que no están en sus plenas facultades. Las enfermedades avanzadas deterioran la capacidad cognitiva. Cuando se apruebe la ley, puede haber la incertidumbre de si es el hijo el que quiere la herencia. Espero que alguien lea esta entrevista dentro de 10 años. Ojalá me equivoque, pero se estará aplicando la eutanasia a pacientes que no la han solicitado”, asegura.

Hoy en día, en Holanda, están aplicando la eutanasia a ancianos con demencia, a enfermos mentales y a niños con discapacidad, es decir, pacientes que, por su propia condición clínica, no tienen la capacidad de solicitarla

Sobre el caso holandés, explica que “la eutanasia se empezó a utilizar en unos supuestos muy concretos, pero a medida que ha pasado el tiempo se produce ‘la pendiente deslizante’ y esos supuestos se han ido cayendo. Hoy en día, en Holanda, están aplicando la eutanasia a ancianos con demencia, a enfermos mentales y a niños con discapacidad, es decir, pacientes que por su propia condición clínica no tienen la capacidad de solicitarla”.

Otro argumento es el de personas que piden la eutanasia en España por el dolor insoportable. El Mundo habla del marido de María José Carrasco, único procesado por eutanasia en este país, que aseguraba que su mujer estaba seis horas seguidas gritando de dolor. Martínez Sellés afirma que “eso es totalmente inhumano y significa que esta mujer no tenía unos cuidados paliativos adecuados. Con los avances que hay en medicina, no debería darse esa situación en ningún caso. De hecho, existe un recurso extremo que nosotros aplicamos en el día a día, que es la sedación paliativa”. Concretamente, la sedación paliativa consiste en que “si yo tengo un paciente que tiene mucho dolor o no tengo capacidad de controlar los síntomas, puedo sedar al paciente, aún a riesgo de que pierda el conocimiento. Eso no tiene ningún problema desde un punto de vista ético. Si el paciente se muere, eso no es eutanasia, sino un efecto secundario no deseado”.