• Por primera vez, las tropas estadounidenses trasladan por aire a combatientes locales contra los yihadistas.
  • La operación se diseñó para coincidir con una batalla que podría ser un punto de inflexión en Mosul, el principal bastión de la milicia radical en Irak.
  • Las dos batallas reflejan la estrategia estadounidense de plantear varios desafíos simultáneos a los terroristas.
  • Estados Unidos tiene ahora unos 1.000 militares en Siria y al menos 7.000 en Irak.
Estados Unidos aumentó su implicación en la guerra contra el grupo Estado Islámico al organizar un traslado aéreo sin precedentes de combatientes árabes y curdos en aeronaves estadounidenses hasta el frente en el norte de Siria. La maniobra contó con apoyo de artillería y helicópteros de ataque de Estados Unidos, utilizados por primera vez en el país, informa El Nuevo Herald. Las fuerzas estadounidenses no participaron en el combate por tierra, pero la operación apunta a que el gobierno de Trump ha adoptado una estrategia más agresiva mientras prepara el ataque a Raqqa, la ciudad siria que los extremistas yihadisyas consideran su capital. Además de utilizar helicópteros para llevar a los rebeldes hasta el combate cerca de la presa de Taqba, en el río Éufrates, Estados Unidos llevó dos helicópteros Apache y empleó artillería de 155 mm de los marines. "Esto es bastante importante", comentó el miércoles a periodistas en el Pentágono el coronel Joseph Scrocca, portavoz de la coalición militar que lidera Estados Unidos contra el grupo extremista Estado Islámico en Siria e Irak. Estados Unidos tiene ahora unos 1.000 militares en Siria y al menos 7.000 en Irak. Es la primera vez que las tropas estadounidenses trasladan por aire a combatientes locales hasta el combate en Siria, señaló. Entre los rebeldes había un número no especificado de asesores militares estadounidenses. La operación llevó a combatientes curdos y árabes sirios tras las líneas del grupo EI al oeste de Raqqa, según fuentes de Estados Unidos. Eso expuso al personal estadounidense a un nivel de riesgo que hasta ahora se había evitado en Siria. El objetivo de la misión era recuperar la presa, la localidad cercana de Tabqa y un aeródromo cercano. La operación se diseñó para coincidir con una batalla que podría ser un punto de inflexión en Mosul, el principal bastión de la milicia radical en Irak. Las dos batallas reflejan la estrategia estadounidense de plantear varios desafíos simultáneos al grupo armado. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com