- Los madrileños se rebelan contra la tiranía de la alcaldesa… poniendo nacimientos.
- La Puerta de Alcalá, a 50 metros del Ayuntamiento, se convierte en una de las mayores colecciones de nacimientos que jamás haya visto Madrid.
- Ciudadanos anónimos han decidido responder a su gesto tiránico de no poner el belén… para no herir a los no cristianos.
- Aunque mantuvo la bandera arco iris en el Día del Orgullo aunque podía herir a los heterosexuales.
- ¿Qué decidirá ahora la podemita? ¿Enviar a los municipales a retirarlos?
Es una auténtica rebelión, silenciosa y pacífica. Los madrileños han llenado la
Puerta de Alcalá de nacimientos ante la negativa de
Manuela Carmena de poner el belén que el Ayuntamiento solía instalar en la plaza.
El argumento de la alcaldesa no podía ser más demagógico: podía herir los sentimientos de los no cristianos. Eso sí,
no dudó en mantener la bandera arco iris durante varios días para conmemorar el Día del Orgullo. Entonces, claro está, no cayó en la cuenta de que ese gesto podía herir los sentimientos de los heterosexuales.
En cualquier caso, no hay mal que por bien no venga y
a Carmena le ha salido el tiro por la culata. Ha logrado algo que ningún otro alcalde de Madrid había conseguido antes, aunque lo ha hecho sin querer, claro está: movilizar a los ciudadanos para convertir la Plaza de la Independencia, a 50 metros del Ayuntamiento,
en una de las mayores colecciones de belenes que jamás haya visto Madrid.
¿Qué decidirá ahora la podemita? ¿Enviará a los municipales para que los retiren? ¿
Multará a los pérfidos ciudadanos que incitan al odio con sus belenes? Carmena, a ver si te enteras:
a los madrileños nos gusta la Navidad.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com
