- Así se lo transmitió a los obispos chilenos el pasado febrero. Imaginen si se aplica en España… prácticamente ninguno podría comulgar.
- El Pontífice se refirió en especial a los políticos católicos que votan a favor de las leyes que legalizan el aborto.
- Señaló que "el aborto entendido como la búsqueda de eliminar un ser humano es siempre un asesinato".
- Es más, advirtió que "no hay que confundirlo con prácticas médicas aceptadas para salvar una vida".
- Y recordó que su papel "no es ganar algo sino anunciar a alguien; a Cristo y a la vida, jugarnos completamente en razón de nuestra identidad y nuestra misión".
El pasado febrero, 29
obispos chilenos se reunieron con el
Papa Francisco en el marco de la visita 'Ad Limina'. Trataron temas espinosos para la Iglesia chilena -y también, para la mundial-, como el aborto y los católicos que lo apoyan, la pederastia o la comunión a los divorciados, según recoge el diario
El Mercurio. De hecho, el Papa les insistió en que
los políticos proabortistas no pueden comulgar. Imaginen si se aplica esto en España… pocos (por no decir ninguno) podrían hacerlo.
El Pontífice se refirió en especial a los políticos católicos que votan a favor de las leyes que legalizan el
aborto y añadió que "hay que ayudarlos a no seguir cometiendo pecado", según narró el presidente de la Conferencia Episcopal chilena,
monseñor Santiago Silva (
en la imagen, a la derecha del Papa Francisco), al diario
El Mercurio.
El aborto es un tema principal para el Santo Padre desde hace tiempo. Siendo arzobispo de Buenos Aires fue durísimo con el actual presidente de Argentina,
Mauricio Macri, cuando siendo gobernador reglamentó los "abortos no punibles". Pero no sólo eso, también frenó una "guía médica" que la dirigente del país,
Cristina Fernández de Kirchner, intentó difundir.
Esto no es baladí, pues en
Chile, el proyecto de
Ley del aborto está dando sus últimos pasos en el Senado. Por ello es necesario que se defienda la vida con firmeza, ya que es el derecho humano más importante y paradójicamente, el más maltratado.
En
España, el aborto se legalizó en 1985 y desde entonces
más de 2,1 millones de bebés han sido asesinados antes de nacer. Pero si nuestros obispos aplicaran lo que el Papa les dijo a sus homólogos chilenos casi ningún político (de los que se declaran católicos) podría comulgar. Y es que la mayoría de partidos son abortistas. Asimismo, recuerden el trato que el
PP dio a sus parlamentarios díscolos por no votar a favor de su mini-retoque de la Ley Aído (consentimiento paterno en caso de menores):
no les incluyó en sus listas.
El Papa habló muy claro y señaló a los prelados chilenos que "el aborto entendido como la búsqueda de eliminar un ser humano
es siempre un asesinato", según contó el secretario de la Conferencia Episcopal chilena,
monseñor Fernando Ramos, a
El Mercurio. Es más, advirtió que "no hay que confundirlo con prácticas médicas aceptadas para salvar una vida".
"Nuestro papel no es ganar algo sino
anunciar a alguien; a Cristo y a la vida, jugarnos completamente en razón de nuestra identidad y nuestra misión", señaló monseñor Silva. "En la sociedad líquida, o lo que se llama la posverdad, mucha gente se mueve con dificultad en las ideas muy nítidas, se acomodan a corrientes de pensamiento contemporáneo. El Papa fue muy claro, nos habló de
no dejarnos contaminar por el espíritu mundano, a ser claros con nosotros mismos y nuestras posiciones. No andar haciendo slalom; hoy está de moda esto y me voy por aquí, mañana por acá", añadió monseñor Ramos.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com