- Para monseñor Adolfo González, "la muerte violenta que ha padecido le acerca a Jesús porque lo identifica con la muerte que padeció el mismo Cristo".
- "Con los que viven la vida de Dios, los ángeles y los santos, con ellos ahora Gabriel acompañará a sus padres y a sus abuelos desde el Cielo".
- Ana Julia Quezada, autora confesa de la muerte del niño, queda a disposición del Juzgado de Instrucción número 5 de Almería.
Ana Julia Quezada, autora confesa de la muerte del niño
Gabriel Cruz, ha quedado a disposición del Juzgado de Instrucción número 5 de Almería, donde declarará en torno a las 12.00 horas ante el juez Rafael Soriano tras haber reconocido que golpeó al niño con la parte roma de un hacha y que luego lo asfixió en la finca de Rodalquilar (Níjar, Almería).
El
obispo de Almería (España), Mons. Adolfo González Montes (
en la imagen), presidió ayer martes el funeral del pequeño Gabriel Cruz, animó a los
padres a tener "plena confianza en la ternura y misericordia de Dios" y recordó que esta muerte violenta manifiesta "la miseria de nuestra condición pecadora", recogió
Aciprensa.
Mons. González Montes dijo en la homilía que esta muerte sin sentido del pequeño Gabriel "pone al descubierto la situación enferma del corazón humano, la miseria de nuestra condición pecadora", y aseguró que "
en la desolación y impotencia que nos sumen hechos como esta muerte cruel, debe reafirmarse nuestra convicción de creyentes".
"No estamos dejados de la misericordia del Señor porque nos acompaña siempre en la dicha y en el dolor y
si el creyente mantiene, incluso en situaciones límite la fe, podrá decir con el salmista 'habitaré en la casa del Señor por años sin término'", aseguró el obispo de Almería.
El Prelado recordó que "Jesús elige en especial a los niños porque en su inocencia e ilusión están abiertos a la elección de Dios sin prejuicios,
a acoger con sencillez la fe que les transmite y dejar que prenda en sus corazones infantiles, marcándolos con el sello de la gracia y la santificación".
También aseguró que "Gabriel no tuvo tiempo de que su corazón se pervirtiera de la maldad que transversalmente alcanza el corazón de los adultos.
La muerte violenta que ha padecido le acerca a Jesús porque lo identifica con la muerte que padeció el mismo Cristo".
Recordó que el pequeño llevaba el nombre del Ángel que anunció a María el nacimiento de Jesús, y que "a su manera de niño amó a Jesús.
Niño alegre, bonito, sonriente que a todos nos ha cautivado, ha emprendido el camino que le lleva al encuentro con Cristo glorificado. El camino definitivo a la casa de Dios y allí conocer y participar del amor definitivo y la felicidad que nunca acaba".
"Con los que viven la vida de Dios, los ángeles y los santos, con ellos
ahora Gabriel acompañará a sus padres y a sus abuelos desde el Cielo", precisó, y animó a "la aceptación humilde de la voluntad de Dios, que siempre es bienhechora y favorable para nosotros".
"Que por nuestra conversión a Dios, la sociedad se torne más humana y capaz de recibir el mensaje del
Evangelio en la paz social, a salvo de una violencia injustamente ejercida contra los niños en el mundo,
expresión de la mente y corazón enfermos de tantas personas en el mundo", aseguró el Prelado.
Asistieron al funeral en la
Catedral de Almería los padres del niño junto con las máximas autoridades regionales, pero también miles de personas siguieron las exequias en pantallas colocadas en la plaza de la catedral para mostrar el apoyo a los familiares del pequeño, fallecido el pasado 27 de febrero.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com