• "No son aceptables las violaciones del espacio aéreo turco", afirma el ministro de Asuntos Exteriores.
  • Pero por otra parte, García-Margallo señala que "España vería bueno" que Rusia se integrara en la coalición.
  • Nuestro país se escaquea en la ayuda a Francia: Rajoy dice que llevará a las Cortes cualquier medida antiyihadista y no hará nada antes del 20-D.
  • El titular de Exteriores aporta una segunda excusa: todas las decisiones deben contar con el respeto a la legalidad, bajo un paraguas internacional.
  • Paralelamente, Washington quiere tener agentes armados en el aeropuerto de Barajas: el Gobierno lo está analizando, pero no tenía ni que pensarlo.
  • España será el primer Estado miembro en contribuir al fondo postconflicto para Colombia, con tres millones de euros.
En la mañana del martes se han encendido las alarmas tras conocerse que Turquía ha derribado un avión de combate ruso. Este incidente rompe la alianza contra Daesh (Estado Islámico) entre Rusia y Occidente, que parecía factible tras el 13-N. Mientras, el Gobierno español nada entre dos aguas: apoya a Erdogan, pero también a Putin. El mandatario ruso, por cierto, lo tiene claro, pues considera que el derribo del avión es "una puñalada por la espalda". Es decir, da una de cal y otras de arena. Así, lo ha reflejado el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo (en la imagen), en sus declaraciones en la rueda de prensa que ha ofrecido junto a su homóloga de Colombia, María Ángela Holguín. En primer lugar, García-Margallo ha lamentado el incidente y ha llamado a la calma. Considera que "no son aceptables las violaciones del espacio aéreo turco" -un aspecto que Rusia niega-. Pero por otra parte, unos segundos después, ha señalado que "España vería bueno" que Rusia se integrara en la coalición. Aunque el titular de Exteriores también ha apostado por el sentido común, recordando que "no podemos perder de vista que el enemigo común es Daesh". Por ello, cree que sería conveniente que Rusia y Turquía llegaran a acuerdos similares a los de EEUU y Rusia, cuando ésta última empezó sus incursiones, "para evitar incidentes". Pero el avión derribado tiene trascendencia más allá de los hechos (uno de los pilotos ha muerto y el otro ha sido hecho prisionero por los 'rebeldes sirios'). Y es que refleja cómo el presidente estadounidense, Barack Obama, consiente, mientras el turco, Recep Tayyip Erdogan, dispara contra Rusia. Así, con beneplácito de EEUU, el turco se ha cargado la alianza entre Moscú y Occidente, surgida tras el acercamiento de Francia después del 13-N. Recuerden que Obama no está a favor de que Rusia tenga un sitio en la alianza de Occidente contra Daesh. Por su parte, el presidente francés, François Hollande, sí era partidario de añadir a Putin y coordinaba las acciones de los cazas franceses y rusos en Siria. Mientras, el primer ministro británico, David Cameron, dio otra bofetada a Obama: anunció que bombardearía al Estado Islámico en Irak y Siria, al igual que hacen Francia y Rusia. Tras el suceso del avión derribado, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha pedido a las partes "mantener la cabeza fría y la calma". Por su parte, Steve Warren, un portavoz de la coalición estadounidense contra Estado Islámico, ha descrito el derribo del avión como "un incidente entre los gobiernos ruso y turco", que no afecta a las operaciones de la coalición. Volvamos a España. Parece que nuestro país se escaquea en la ayuda de Francia, a pesar de lo que digan desde el Gobierno. El presidente, Mariano Rajoy, ha afirmado que llevará a las Cortes cualquier medida antiyihadista y no hará nada antes del 20-D, pues no quiere otro 11-M antes de las generales. García-Margallo ha aportado una segunda excusa: todas las decisiones deben contar con el respeto a la legalidad, bajo un paraguas internacional. El ministro de Exteriores ha señalado que "Francia no ha pedido nada y el Gobierno no ha ofrecido nada" y que cuando eso se produzca lo analizarán "con parámetros internos coordinados con parámetros externos". También ha subrayado que las acciones que lleva a cabo en el exterior se consideran "acciones de Estado", por lo que deben ser "consensuadas" con el resto de fuerzas políticas. Además, ha recordado que "España está muy activa en la lucha contra el terror", como lo demuestra su participación en distintas misiones internacionales. "España no ha regateado ni va a regatear ningún esfuerzo", añadió. Sin embargo, la película es vista de forma distinta por los franceses. El pasado domingo, el ministro de Defensa galo, Jean-Yves Le Drian, comentó que esperaban la propuesta de España en la lucha contra el Estado Islámico, pues ya habían recibido las de algunos socios europeos. Por su parte, en un tono más amigable, el embajador francés en España, Yves Saing-Geours, ha señalado en una entrevista a Antena 3 que solicitará cooperación a nuestro país antes de las generales para "ver en qué medida puede echar una mano, que no será bombardeando Siria". Paralelamente, Washington quiere tener agentes armados en el aeropuerto de Barajas. Al ser preguntado por este asunto, el jefe de la diplomacia española ha respondido Exteriores, Fomento, Interior y otros departamentos del Gobierno "lo están analizando". ¡Esto es el colmo! ¡No tenían ni que pensarlo! Refleja desconfianza hacia España. Nuestro país no es colonia de EEUU, así que está muy bien que quieran gestionar la seguridad de su base, pero la del aeropuerto de Madrid es cosa nuestra. En cuanto a Colombia, España será el primer Estado miembro de la UE que contribuirá al fondo postconflicto y lo hará con tres millones de euros. La ministra de Exteriores del país hispanoamericano, María Ángela Holguín, ha subrayado que "España ha estado particularmente presente" en el camino hacia la paz. Cristina Martín cristina@hispanidad.com