• La portavoz del Ayuntamiento de Madrid afirma que "el objetivo no era ofender a nadie". Pues si lo llega a ser…
  • Curiosamente, no recuerda las frases que se dijeron en el asalto ('arderéis como en el 36', etc.), pero "vistas las consecuencias" no lo repetiría.
  • Y es que la cosa es seria: está acusada por presuntos delitos de profanación y de ofensa contra los sentimientos religiosos y podría afrontar hasta un año de cárcel.
  • El que era capellán destaca que la edil actuaba "como si fuera la líder", aunque Maestre dice que se sumó de forma espontánea.
  • La asociación Abogados Cristianos pide su cese: "no puede representar a los ciudadanos quien está siendo juzgada por violar un derecho fundamental".
Este jueves, ha comenzado el juicio -retransmitido en directo, por si hacía falta más 'show'- contra la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre (en la imagen), y Héctor Meleiro, uno de los integrantes de la lista de Podemos a la Comunidad de Madrid. En la vista oral, Maestre ha sido la primera en declarar, mostrándose muy cínica y algo olvidadiza: para ella "un torso desnudo" no ofende y el asalto a la capilla fue una protesta "pacífica y legítima". Ante esta postura cabe destacar dos cosas. Primera, la edil puede considerar que "un torso desnudo" no ofende, pero debería tener en cuenta dónde lo hace porque se quitó la camiseta en el interior de una capilla y por tanto, cometió un acto de profanación. ¿Por qué no hace lo mismo en el pleno del Ayuntamiento? Y segunda, la realidad de lo que sucedió en la capilla del Campus de Somosaguas de la Complutense el 10 de marzo de 2011 fue muy distinta, como saben, aunque ella quiera verlo de otra forma. En el Juzgado de lo Penal número 6 de Madrid, la edil madrileña ha afirmado que "el objetivo no era ofender a nadie". ¿En serio? Pues quién lo diría a la vista de lo ocurrido. Es más, ha insistido en que no era una acción "contra la religión", sino una protesta por la presencia de una capilla en un campus, en el que faltaban espacios para aulas. ¡Vaya caradura! Pero la cosa es aún peor, la profanación no es más que una muestra más, tristemente, de la persecución religiosa en España. Curiosamente, Maestre no recuerda las frases que se dijeron en el asalto ('arderéis como en el 36', 'frente al Vaticano poder clitoriano', 'vamos a quemar la Conferencia Episcopal', etc.). ¡Vaya olvido más interesado! Eso sí, la edil parece que ha visto un poco las orejas al lobo y señala que "vistas las consecuencias" no lo repetiría. Además, añade que no tiene reparo en pedir disculpas y que no era consciente de que pudiera estar cometiendo un delito. Y es que la cosa es seria: Maestre está acusada, junto a Meleiro, por presuntos delitos de profanación y de ofensa contra los sentimientos religiosos, tipificados en los artículos 524 y 525 del Código Penal. En concreto, el 524 recoge pena de prisión de seis meses a un año o multa de 12 a 24 meses y el 525 conlleva multa de entre ocho y 12 meses. Por tanto, la edil y su colega de Podemos podrían afrontar hasta un año de cárcel por sus deleznables actos en la capilla de la Complutense. Eso sí, en el caso de que se invierta eso de que en España se castiga menos el hecho que la intención. El que era capellán de la capilla en el momento del asalto, Rafael Hernando, ha destacado que Maestre actuaba "como si fuera la líder", porque iba "la primera" y el "resto la seguía". Sin embargo, la portavoz del consistorio madrileño, haciendo otro alarde de cinismo y de olvido, ha señalado que se sumó de forma espontánea a la protesta. Ante tal espectáculo, la asociación Abogados Cristianos ha vuelto a pedir su cese inmediato al gobierno de Manuela Carmena porque "no puede representar a los ciudadanos quien está siendo juzgada por violar un derecho fundamental". Petición que además cuenta con el apoyo de 27.000 firmas en la plataforma Change.org. Por su parte, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, insta a Maestre a que sea "coherente" y dimita si es condenada. Cristina Martín cristina@hispanidad.com