Reinhard Marx, cardenal arzobispo de Munich y presidente de la conferencia episcopal alemana
La Conferencia Episcopal Alemana (CEA) celebra esta semana su asamblea plenaria en la que se votarán los estatutos para la futura asamblea sinodal.
Está previsto que la asamblea sinodal alemana comience el primer día de Adviento de 2019.
Según publicó Infocatólica, el borrador de los estatutos de la asamblea sinodal era eclesiológicamente inválido, lo que motivó la intervención del Prefecto de la Congregación para los Obispos, el cardenal Marc Ouellet.
En concreto, en una carta del 4 de septiembre dirigida al presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, el cardenal Reinhard Marx, el cardenal Marc Ouellet indicó que los estatutos para la Asamblea sinodal deben ajustarse a las directrices emitidas por el Papa Francisco en junio, especialmente en el sentido de que un sínodo en Alemania no podría actuar para cambiar la enseñanza o disciplina universal de la Iglesia, recogió también Infocatólica.
El cardenal Marc Ouellet indicó que los estatutos para la Asamblea sinodal deben ajustarse a las directrices emitidas por el Papa Francisco en junio
Ouellet también envió a Marx una evaluación legal de cuatro páginas de los estatutos aprobados por los obispos alemanes. CNA obtuvo tanto la carta del cardenal Ouellet como la evaluación legal adjunta.
La evaluación, firmada por el jefe del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, Mons Filippo Lannone, dice que los planes de los obispos alemanes violan las normas canónicas y, de hecho, se proponen alterar las normas y doctrinas universales de la Iglesia.
En su revisión legal de los proyectos de estatutos, el arzobispo Lannone señaló que los alemanes proponen tratar cuatro temas clave: «autoridad, participación y separación de poderes», «moralidad sexual», «la forma de vida sacerdotal» y «mujeres en ministerios y oficios de la Iglesia».
«Es fácil ver que estos temas no solo afectan a la Iglesia en Alemania, sino a la Iglesia universal y, con pocas excepciones, no pueden ser objeto de las deliberaciones o decisiones de una Iglesia en particular sin contravenir lo expresado por el Santo Padre en su carta», escribió Mons. Lannone.
En su carta a la Iglesia en Alemania del mes de junio, el Papa Francisco advirtió a los obispos alemanes que debían respetar la comunión universal de la Iglesia. El Pontífice escribió:
«Cada vez que la comunidad eclesial intentó salir sola de sus problemas confiando y focalizándose exclusivamente en sus fuerzas o en sus métodos, su inteligencia, su voluntad o prestigio, terminó por aumentar y perpetuar los males que intentaba resolver».
La evaluación legal del Vaticano plantea una serie de preocupaciones sobre la estructura propuesta y los participantes en el «camino sinodal» alemán. Llega a la conclusión de que los obispos alemanes no están planeando un sínodo nacional, sino un concilio de esa Iglesia en particular, algo que no pueden llevar a cabo sin explícita aprobación romana.
La evaluación legal del Vaticano plantea una serie de preocupaciones sobre la estructura propuesta y los participantes en el «camino sinodal» alemán. Llega a la conclusión de que los obispos alemanes no están planeando un sínodo nacional, sino un concilio de esa Iglesia en particular, algo que no pueden llevar a cabo sin explícita aprobación romana.
El cardenal Marx aseguró ante la prensa que durante su visita a Roma la semana pasada, aclaró las las dudas existentes. ¿Nos lo creemos?
Pues bien: lo último es que el cardenal Marx aseguró ante los medios de comunicación que durante su visita a Roma la semana pasada para la reunión sobre las finanzas vaticanas, logró aclarar las dudas existentes en relación al futuro sínodo de la Iglesia en Alemania, añade hoy Infocatólica.
El purpurado indicó que buscan recuperar la credibilidad de la Iglesia para poder evangelizar eficazmente. Para ello cree necesario una nueva imagen del sacerdocio y de la estructura eclesial que no esté basada en unos que mandan y otros que obedecen.
Igualmente insistió en que tienen intención de permanecer en comunión con el resto de la Iglesia y por ello presentarán al Papa las conclusiones del sínodo que puedan afectar a toda la Iglesia. «No podemos hacer leyes que anulen la ley de la Iglesia», aseguró.
Marx afirmó que el papel de la mujer en la Iglesia formará también parte de las deliberaciones de la asamblea sinodal. Antes de la rueda de prensa, el cardenal se encontró con un grupo de mujeres que le pidieron más igualdad de género en la Iglesia, a lo que él respondió: «Lo sé, necesitamos movimiento. Insisto y presiono, pero a veces las cosas suceden lentamente».
Queda por ver si una vez aprobados definitivamente los estatutos de la asamblea sinodal por parte de la CEA, se produce una nueva intervención de Roma. Fuentes curiales han indicado que el argumento del cardenal Marx, en el sentido de que el evento sinodal no encaja en lo que el derecho canónico dispone para los sínodos, es un burdo intento de puentear la revisión por parte de la Congregación para los Obispos, presidida por el cardenal Marc Ouellet.
En resumen, el cardenal Marx asegura que la iglesia alemana tiene intención de permanecer en comunión con El Vaticano ¡Sólo faltaba que tuviera la intención contraria!
Y se trata de un debate muy profundo. Casualmente lo que pretenden cambiar los obispos alemanes es la teología del cuerpo. Es decir, la moral sexual. ¿Les suena?