- El recorte de ayudas y la retirada de apoyo institucional marca las celebraciones de los "alcaldes del cambio".
- El alcalde de Ferrol organiza un recorrido obrero por la ciudad como alternativa "rebelde".
- En Santiago de Compostela y Oviedo se han negado a realizar las gestiones para que la Semana Santa de ambas ciudades sean declaradas 'Bien Turístico Autonómico'.
- En Madrid se ha producido una ligera reducción en la partida destinada al programa cultural de esta semana grande religiosa.
- En Cádiz, Kichi no presidirá las procesiones, pero acompañará a su madre detrás del Nazareno.
La Razón ha recogido varios ejemplos de cómo los comunistas de
Podemos, allí donde gobiernan o apoyan gobiernos, han realizado sutiles ataques a la
Semana Santa.
Por ejemplo, en la ciudad de
Ferrol, la Semana Santa es la única junto a la de Viveiro declarada de Bien Turístico Internacional en la región, y que, además, cumple 400 años. Pues bien: el alcalde de la ciudad, Jorge Suárez, de 'Ferrol en Común', una de las numerosas marcas blancas de Podemos, ha potenciado actividades paralelas al margen de la Semana de Pasión, de las procesiones y de las distintas muestras de fe, como la 'ruta de Ferrol rebelde', que recorre la historia obrera de la ciudad, sus lugares o los conflictos sindicales como si pretendiese desplazar al verdadero motor.
En lugares como
Santiago de Compostela (con gobierno Marca blanca de Podemos) u
Oviedo (PSOE con apoyo del sucedáneo de la formación morada) se han negado a realizar las gestiones para que la Semana Santa de ambas ciudades sea declarada de Bien Turístico Autonómico. Las consecuencias de este "ninguneo", como señalan desde algunas hermandades, es dejar de ganar visibilidad y potenciales visitas, además de las ayudas económicas que cada región establezca para las actividades que posean esa denominación.
En
Madrid, una de las plazas fuertes de Podemos, la alcaldesa ha decidido encargar la Semana Santa a Celia Mayer, su polémica responsable de Cultura, la de los famosos títeres. Al margen de su ausencia, se ha producido una ligera reducción en la partida destinada al programa cultural de esta semana grande religiosa, un programa que se presentó con poco más de dos semanas de antelación. De hecho, en los canales de Turismo del consistorio madrileño no había información ni se sabía cuando iba a estar disponible a 7 de marzo.
Incluso, en su atrevimiento, las fuerzas podemitas también han amenazado a la Semana Santa más reconocida en el mundo, la andaluza, que deja en las arcas de la comunidad, en sus ciudadanos, nada más y nada menos que 1.000 millones de euros. Así ha sido en
Córdoba, donde el PSOE llegó el año pasado por primera vez a la alcaldía apoyados por Izquierda Unida y por Ganemos Córdoba.
En
Cádiz, José María González «Kichi» da un paso hacia adelante y dos hacia atrás en su relación con la Semana Santa gaditana y con las cofradías. Kichi no presidirá las procesiones, pero acompañará a su madre detrás del Nazareno de Cádiz.
Lo negaron en su día, pero parece que aquellas palabras de la secretaria provincial de Podemos Sevilla sobre quitar la Semana Santa iban en serio, recuerda La Razón.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com