• Según el portavoz del Pentágono, Peter Crook, dijo que "el propósito del sistema es cuestionable".
  • Pero Moscú reitera que sus objetivos militares son grupos yihadistas como el Estado Islámico (EI) o el Frente Al Nusra.
  • El portavoz ruso Igor Konashenkov aseguró que "el S-300 es un sistema puramente defensivo, por lo tanto no representa una amenaza para nadie".
La decisión de Moscú de desplegar un sistema de misiles antiaéreos S-300, nunca antes instalados fuera de Rusia, provocó malestar en Estados Unidos, que manifestó sus dudas sobre la efectividad que tendría la medida en un país donde solo sobrevuelan aeronaves de aliados de Moscú o de Washington. Las armas pretenden reforzar la defensa de la costa mediterránea de Siria y se ubican en la base naval de Tartús, publica DW. El portavoz del Pentágono, Peter Crook, dijo que "el propósito del sistema es cuestionable", teniendo en cuenta que Moscú ha reiterado que sus objetivos militares en Siria son grupos extremistas como el Estado Islámico (EI) o el Frente Al Nusra. Cook recordó que ninguno de esos dos grupos yihadistas -ni ningún otro grupo rebelde dentro de la guerra civil siria- "tiene una fuerza aérea", lo que hace incomprensible el propósito del despliegue. "Obviamente vamos a vigilar de cerca estos sistemas antiaéreos y evaluaremos las implicaciones para los aviones de la coalición (internacional que lidera Estados Unidos)", indicó Cook. Cabe señalar que las críticas de EEUU también son cuestionables, pues con sus intervenciones en Siria la guerra todavía no ha sido resuelta. En tanto, el Ministerio de Defensa de Rusia dijo no comprender por qué el envío de este sistema de misiles a Siria provoca tanto resquemor "entre nuestros colegas de occidente". El portavoz Igor Konashenkov aseguró que "el S-300 es un sistema puramente defensivo, por lo tanto no representa una amenaza para nadie". Rusia ya tenía desplegado en Siria otro sistema defensivo, el S-400, el más moderno de su arsenal. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com