- En 2013, las aportaciones voluntarias de los fieles supusieron el 36% de los ingresos y la asignación tributaria, el 23%.
- Es decir, un 59% de los ingresos. Porcentaje que en Madrid y Navarra se elevó hasta el 76,57% y el 74,91% en 2014.
- Hace dos años, la Iglesia destinó un 26% de sus fondos (más de 48,25 millones) a acciones pastorales y asistenciales.
- El segundo destino de los gastos fue la conservación de edificios y gastos de funcionamiento, que se llevó uno de cada cuatro euros.
- No paga IBI, como otras fundaciones, ONG, etc. gracias a la Ley de Mecenazgo, pero sí IVA.
El domingo 15 de noviembre se celebra el
Día de la Iglesia Diocesana, este año bajo el lema 'Una Iglesia y miles de historias gracias a ti'. Una cita en la que se llama a todos los bautizados a ser miembros activos en su diócesis y a colaborar. Pero también es una buena ocasión para recordar que la Iglesia no se mantiene gracias al Estado, como dice muchas veces la izquierda, sino que la sustentan sus
fieles y además, destina la mayor parte del dinero a beneficencia y caridad.
Según datos de la
memoria de 2013, el 36% de los ingresos procedió de las aportaciones voluntarias de los fieles. Mientras que la asignación tributaria (es decir, la famosa X de la Declaración de la Renta) representó el 23%. Por lo tanto, ambos conceptos coparon el 59% de los ingresos.
Este porcentaje fue aún más elevado en la
Archidiócesis de Madrid y en la
Iglesia Diocesana Navarra, según datos relativos a 2014 conocidos este jueves.
En el caso de la Archidiócesis de Madrid, los ingresos ascendieron a más de 85,7 millones de euros, de los cuales un 76,57% procedió de los fieles. En concreto, el 58,5% (58,5 millones) procedió de las aportaciones (colectas, suscripciones, donativos, Cáritas, herencias, Manos Unidas, Domund, etc.) y un 18,07% (15,5 millones), de la asignación tributaria.
Por su parte, la Iglesia Diocesana Navarra ingresó 21 millones el año pasado, de los que el 74,91% (15,7 millones) vino por parte de los fieles. Las aportaciones representaron el 52,45% (11 millones) y la asignación tributaria, un 22,46% (4,7 millones).
En cuanto al destino de los ingresos, el 26% (más de 48,25 millones) fue a parar a acciones pastorales y asistenciales. Es decir, a la actividad pastoral de las 70 diócesis españolas, entre las que la mayor parte es
beneficencia y
caridad. El segundo destino de los gastos fue la conservación de edificios y gastos de funcionamiento, que se llevó uno de cada cuatro euros.
Paralelamente, conviene subrayar que la Iglesia no paga
IBI, pero no recibe ningún trato de favor en este sentido como quiere hacer creer la izquierda. La Iglesia hace lo mismo que otras fundaciones, asociaciones, ONG, etc., gracias a la Ley de Mecenazgo: los bienes que no desarrollan una actividad económica están exentos. Pero sí que paga IVA porque renunció a la exención en el año 2006.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com