Netflix ha tenido un beneficio neto de 2.272 millones de euros en 2020, lo que supone que ha ganado casi la mitad que el año anterior (-47,9%). Y todo ello, a pesar de que ha crecido en suscriptores, sumando 36,5 millones y llegando a 203,6 millones, y en ingresos (+24%, hasta 20.566 millones). Y ojo, porque sube más su elevado apalancamiento.

Una vez más, el beneficio neto parece que se ha visto resentido por las numerosas polémicas. Entre ellas: por la película francesa Cuties, que sexualiza a niñas; por manipular Gambito de dama; ofender a los cristianos en la película La primera tentación de Cristo (algo que ha reconocido en sede judicial, pero no la ha retirado de su catálogo), quiere educar a los padres para que luego eduquen a los niños, su entrada en campaña contra Donald Trump e incluso se atrevió a extorsionar al estado de Georgia, con la reconsideración de su inversión allí si entraba en vigor la ley que restringía el aborto. Pero también ha afectado el aumento de la competencia en el sector de las plataformas de streaming, así como la subida de precios en EEUU, Australia y Canadá.

Netflix ha presentado una deuda a largo plazo de 15.809 millones de dólares al cierre del cuarto trimestre, lo que supone unos 13.058 millones de euros al tipo de cambio actual y que supera la registrada en el tercer trimestre (15.547 millones de dólares) y al cierre del año 2019 (14.759 millones de dólares). Eso sí, la plataforma de streaming que dirige el progre Reed Hastings ha presumido de que “ya no tenemos la necesidad de obtener financiación externa para nuestras operaciones diarias”. Es decir, que ya no tiene necesidad de financiación externa para producir sus series y películas, y espera alcanzar el punto de equilibro en su flujo de caja libre en 2021. Y todo ello, gracias al aumento de suscriptores que ha provocado el coronavirus (sobre todo, debido al confinamiento y las restricciones de movilidad, que han limitado el ocio fuera del hogar).

De cara al presente y futuro, conviene destacar que Netflix no deja las polémicas. Y es que ha inventado la alienación por tv con el lanzamiento de la Guía Headspace, centrada en practicar la meditación a través de la pantalla de la televisión, y también prepara una función de reproducción aleatoria que al ser activada por el usuario dará poder a Netflix para que le proponga contenidos en función de lo que ha visto, le gusta o de sus potenciales intereses.