La debacle hotelera provocada por el confinamiento.
El grupo hotelero Meliá logra un beneficio de 119,7 millones hasta septiembre. Aumenta un 10,1%, pero es un resultado débil por la caída de los ingresos en sus áreas de negocio y el contrapunto, pero de los extraordinarios: las plusvalías de 73,4 millones por las ventas de hoteles. La reacción en bolsa deja claro el balance: el valor cae más del 5%.
Los resultados (en el documento adjunto) siguen a la cuestión que ocupa a can Meliá: la sucesión del patriarca, Gabriel Escarrer Juliá, con la cesión del control del grupo, pero sin que eso afecte a la gestión, en manos desde 2016 del primogénito, Gabriel Escarrer Jaume. Es lo que dejó claro en un hecho relevante en octubre, que se sustancia en un pacto que exige una mayoría del 80% del des resto de la familia.
En el Norte de África y Turquía, sufre el efecto de la mayor competencia, y en Europa, la ola de calor del verano
El grupo ingresa 1.414,1 millones, un 3% menos, por la caída del 4,1% en el ingreso medio por habitación (RevPAR), debido a la competencia activada por la recuperación de destinos del Norte de África y Turquía, mientras en el norte de Europa ha jugado en contra la ola de claro del verano. En España, los datos son mejores.
A pesar de ello, el Ebitda crece un 9,1%, a 273,6 millones, por los extraordinarios, y a pesar del impacto negativo (-21,8 millones) de la adaptación de los resultados a la norma internacional de información financiera (NIIF 5), que obliga a contabilizar como pasivo el pago por el cliente de los servicios no prestados.