- El déficit de las comunidades es el derroche de España.
- Pero el problema es un sistema de pensiones que, sencillamente se cae a pedazos.
- Es decir, que todo el sistema económico y social español se cae a pedazos.
- Y el Gobierno del PP no ha querido o no ha podido rejuvenecer la población.
- Para eso se necesita retrasar la jubilación y promocionar la maternidad.
- Cosa que Rajoy no ha hecho.
- En el interregno, Soraya ha convertido la sala de prensa del Consejo de Ministros, en un mitin político.
- La vicepresidenta está de salida: ya habla en pasado como Rajoy.
Consejo de Ministros del 1 de abril. Cien días después de las elecciones, el Ejecutivo busca informes de los que hablar o subvenciones modestas que mencionar. La vicepresidenta del Gobierno, además de portavoz, Soraya Sáenz de Santamaría (
en la imagen), que jamás –ni lo sueñen- hablaba de política desde la mesa del Consejo de Ministros, ha convertido la sala de prensa de Moncloa en un mitin permanente.
Y es que el Consejo en sí no da para mucho. Bueno, no da para nada. Por tanto, la estrella del Consejo del viernes 1 de abril fue el proceso de reacciones del descubrimiento de que España se había pasado un poquito en esto del déficit público 2015. Precisamente el déficit, esto es, la especialidad de la derecha, la contención de los desequilibrios del fiscal.
Y Soraya no defendió bien la portería. En primer lugar, porque la economía no se le da nada bien y, en segundo lugar, porque supuesto que el PP vuelva a gobernar, desde luego no será ella la presidenta. Y eso no era lo que tenía previsto.
Soraya habla en pasado, como Rajoy. Defienden su gestión durante la legislatura e insisten en que lo han hecho muy bien pero nada dice de lo que vana ah hacer. Malo.
Además, es cierto que la principal causa del déficit 2015 es el derroche de las comunidades autónomas, que se han especializado en gastar. Ahora bien, también lo es que el PP, presa de sus complejos, tampoco ha sabido jugar a una España unida y que sólo ha aflorado su patriotismo -por lo demás, mero patriotismo jurídico-, cuando el nacionalismo catalán enloqueció.
Ahora bien, siendo cierto el derroche autonómico, en un panorama lleno de líderes regionales cretinizados, el peligro no está en la desviación del gasto regional sino en la desviación de la Seguridad Social. Y eso, ¡señora vicepresidenta! Sí es competencia del Estado central.
Dicho de otra manera: Rajoy el tibio no ha sabido evitar el envejecimiento de la sociedad española. El sistema de pensiones, y con ello, el conjunto del sistema económico (hablamos de más de 9 millones de nóminas mensuales) se cae a pedazos.
Con mayoría absoluta, Rajoy pudo promocionar la maternidad con un salario maternal, como hacen franceses, británicos o alemanes, pero no le dio la gana. Tener hijos está mal visto –puro machismo- en un país de ancianos, con un porcentaje de clases pasivas sencillamente insoportable.
Y Rajoy el tibio, tampoco se atrevió, a retrasar la jubilación en tiempo y forma y, no a bajar las pensiones –que no se deben bajar- pero sí prohibir las prejubilaciones reduciendo al mínimo la pensión a percibir por debajo de la edad legal.
Este es el gran fracaso del PP que el jueves, cuando se conoció el incumplimiento del Régimen, el ministro Cristóbal Montoro intentó explicar lo inexplicable. Porque cuando habla del derroche autonómico está cargado de razón, peor cuando habla de la crisis de la Seguridad Social no sabe por dónde salir. Y si Montoro no sabe explicarlo, Soraya mucho menos.
Y luego está lo de La Sexta portavoz planeteril de todo el antipepismo. Y a que no saben por quien se va a dejar entrevista Mariano Rajoy el próximo domingo: acertaron, por el deslenguado de Jordi Évole, que le pondrá como no digna dueñas. Está claro que su próxima entrevista periodística debería ser con el Gran Womyng.
Yo para mí que Mariano el tibio tiene mucha culpa de sus desgracias. Por tibio.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com