Dos fracasos en Cataluña
Pedro Sánchez recuerda aquellas palabras del fallecido Manuel Fraga: sólo acierta cuando rectifica. El presidente del Gobierno (no sé si saben, pero él es el presidente del Gobierno) escenificó el pasado miércoles 12 su ruptura del diálogo con los separatistas catalanes tanto los burgueses como los de ERC. Un diálogo que nunca existió porque los independentistas no quieren dialogar: quieren imponer un referéndum.
La razón del giro de Sánchez: se olvida del diálogo con los independentistas porque le hacen perder votos
Al final, Sánchez ha dado el giro, no porque se haya convencido de la tomadura de pelo de los separatistas, sino porque le está haciendo perder votos y porque en su propio partido se le rebelan .
Como Mariano Rajoy, Pedro Sánchez ha fracasado en Cataluña. El panorama sigue siendo el mismo que cinco años atrás: Cataluña nunca será independiente pero ya ha conseguido un enfrentamiento civil en toda España. Es lo que querían los separatistas.
La mentira del pacifismo o el gamberrismo. Los nacionalistas amenazan con la desobediencia militar (perdón, civil)
Es lo que tiene el sentirse superiores al resto de españoles: el mal ajeno es tan bienvenido, o más, como el bien propio. Y sí, España vive en enfrentamiento civil. Los líderes catalanes se enorgullecen en el Parlamento español de que toda España está pendiente de ellos. Recuerdan el viejo dicho: lo importante es que se hable de uno, aunque no sea para bien. El diputado Torra suspira: nos abocan ustedes a la desobediencia militar (perdón civil), es decir, al gamberrismo. Si hay una palabra u define al independentismo catalán es narcisismo.
Si algo define a los separatistas catalanes es su narcisismo
Eso y la mentira del pacifismo, ese suspiro por la paz que siempre termina en violencia extrema.
Al final, Cataluña nunca será independiente pero ya ha conseguido un enfrentamiento civil en toda España. Es lo que querían los separatistas.