- En Argentina ingresa 147,9 millones, en México 87,2, en Italia, 81,8 y en España la mitad, 44,7 millones.
- Es una de las sorpresas del resultado semestral: reduce pérdidas un 99%, de 1.134,3 millones a 500.000 euros.
- Es la única empresa que entrega datos sobre el juego a la CNMV, un negocio que mueve 30.000 millones en España.
- La reestructuración funciona, aunque ha dejado en el 2% la participación de Martínez Sampedro.
Codere, la única empresa española del juego que cotiza en bolsa, ha presentado, este martes, sus
resultados semestrales, en los que se impone una realidad sobre las cifras: lo poco que
juega España frente a su negocio en el exterior. Mientras en
Argentina ha facturado 147,9 millones ( 13,2%) en el segundo trimestre, en
España casi cuatro veces menos: 44,7 millones (5,7%).
Es cierto que forma parte de una tendencia, aunque no tan acusada, que pone de relieve otra realidad: la apuesta de
José Antonio Martínez Sampedro (
en la imagen) ha funcionado en el tiempo. De hecho, Codere -como
Cirsa, que no cotiza- se buscó la vida en el exterior en 1982, el peor año para las empresas españolas de juego por el
rosonazo. Así se conoce esa etapa en la que se prohibieron, durante un año, las máquinas tragaperras en los bares, con
Juan José Rosón como titular de Interior. La situación no se normalizó hasta un año más tarde -con una nueva ley de juego-, demasiado tarde para muchas empresas en crisis que tuvieron que cerrar.
El caso es que Codere sobrevivió entonces por Hispanoamérica, del mismo modo que vuelve a flotar ahora por Argentina y México. En el primer país, a pesar del
tipo de cambio y de una
regulación adversa por la subida de las tasas del juego. Y en segundo porque ha aportado 87,2 millones a la cifra de negocios ( 7,5%). Después está
Italia, donde ingresa 81,8 millones, el 1,3% menos, pero que es el doble que en España.
Sobra explicar, por tanto, el peso relativo de España en las cuentas de Codere: 44,7 millones son nada o poco en
un sector que factura 30.000 millones anuales, pero es la única empresa que entrega sus datos a la
CNMV. Es un negocio, en fin, que se reparten empresas privadas (muchas extranjeras) y
públicas (Loterías del Estado), bastante menos sólidas.
Por cierto, al
negocio de juego online corresponden sólo 5.000 de los 30.000 millones de la facturación total. El resto corresponde a las apuestas (deportivas y otro tipo), casinos, bingos, hipódromos, loterías, boletos, máquinas tragaperras y un largo etc.
Codere mejora la
facturación un 7% en el primer semestre, hasta 814,5 millones, y reduce los
números rojos a 500.000 euros, un 99,9% respecto a los 1.134,3 millones
que perdió en ese mismo periodo de 2016.
El cambio, drástico, recoge los frutos del
proceso de reestructuración del grupo, la única salida a su insólita historia, con tantos aciertos en la gestión como desaciertos en la relación con los accionistas.
Y de esos polvos, llegaron los lodos después, con
peleas interminables entre bonistas, canjes y fondos buitre. El problema venía de atrás, la deuda, que no pudo pagar en su día a la banca, y que ésta vendió después a los fondos.
Un desaguisado, en fin, que disparó la deuda, primero (de unos 120 millones a más de 1.000), y que ha dejado la participación de Martínez Sampedro,
accionista de referencia en tiempos, en un 2%. Mantiene, no obstante, la presidencia y el mando.
Rafael Esparza