• Habrá movilizaciones y no se desmantelará el campamento de Fuenlabrada, según cuenta Pilar García Torres a Hispanidad.
  • La Audiencia Nacional considera regular la readmisión de los trabajadores en la planta madrileña.
  • La responsable de Política Industrial y Servicios de CCOO Madrid señala que "no se ajusta para nada a la sentencia del Supremo".
  • El 7 de septiembre se reincorporaron 85 de 240 afectados, pero "no tienen trabajo efectivo".
Este viernes, el embotellador de la 'marca de la felicidad' en nuestro país, Coca-Cola Iberian Partners (CCIP), ha dado por finalizado el despido colectivo que presentó en enero de 2014. Pero una cosa es lo que diga la empresa y otra la realidad: 22 meses después de anunciar un ERE con beneficios, la pesadilla en España aún no terminado, ya que los sindicatos recurrirán el último fallo judicial ante la Audiencia Nacional y el Supremo. Así, lo ha anunciado Pilar García Torres a Hispanidad. La responsable de Política Industrial y Servicios de CCOO Madrid ha explicado que además habrá movilizaciones y que no se desmantelará el campamento de Fuenlabrada. CCIP ha subrayado en un comunicado que dicho campamento aún impide al acceso normal al centro y que ha iniciado acciones legales al respecto. Todo esto no son más que las consecuencias al fallo de la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional conocido este viernes. Un gran cúmulo de despropósitos a favor del embotellador: el fallo considera "regular" la readmisión de los trabajadores en la planta madrileña, puesto que se les mantiene "milimétricamente" las categorías profesionales, los salarios y horarios que tenían antes de que la fábrica se convirtiera en centro logístico. Por si esto fuera poco, los magistrados avalan el cierre de las plantas de Asturias, Palma de Mallorca y Alicante, así como la conversión en centro logístico de Fuenlabrada, pues creen que la ejecución de la sentencia "no puede abstraerse de la realidad empresarial". En el caso de Asturias y Alicante, ven "absurdo" reabrir para reincorporar a sólo 17 y 8 empleados, respectivamente. Mientras, en Fuenlabrada, destacan que "contra todo pronóstico y en contradicción con su nuevo modelo organizativo" Coca-Cola decidió reabrir el centro, si bien como centro logístico y no como fábrica en "una manifiesta voluntad de concluir pacíficamente el conflicto". Sin embargo, el fallo de la Sala de lo Social no se entiende y mucho menos después de que la Audiencia Nacional declarase nulo el ERE y después lo ratificará el Supremo. ¿Qué ha podido pasar para que haya este giro judicial? García Torres explica que han cambiado las personas que componían el tribunal y el único magistrado que sigue en el proceso es el presidente. Los sindicatos no tenían muchas esperanzas, pues, además del retraso (la vista se celebró el 10 de septiembre), la Audiencia Nacional pidió más información a las partes, permitiendo que Coca-Cola se siguiera riendo de España. La responsable de Política Industrial y Servicios de CCOO Madrid señala que el fallo "no se ajusta para nada a la sentencia firme del Supremo" y "no tiene ningún sentido". Por ello, el auto será recurrido en reposición y posteriormente al Supremo, porque modifica el contenido de la sentencia dictada por la Audiencia y confirmada el pasado abril por el Alto Tribunal. Recuerden que en la misma no sólo se declaraba nulo el ERE, sino que también se ordenaba readmitir a los empleados en los puestos que tenían antes del Expediente. Pero Coca-Cola no dudó en reírse del Supremo y abrir Fuenlabrada como centro logístico. El 7 de septiembre abrió sus puertas y se reincorporaron 85 de los 240 afectados por el ERE, que a día de hoy "no tienen trabajo efectivo", según afirma García Torres. Es decir, se limitan a estar dentro de la planta las ocho horas que dura su jornada. Esto lleva a preguntarnos si hará lo mismo con el resto y cuánto tiempo durará esta situación. "Debe ser algún tipo de maniobra de la compañía", añade. Pero no sería la primera, desgraciadamente, a pesar de que España es una de las mejores franquicias internacionales de Coca-Cola y donde funciona prácticamente como un monopolio, pues no tiene una competencia destacable. Y es que en estos momentos lo que más le interesa al embotellador que preside Sol Daurella es su fusión para dar lugar a la 'megambotelladora' europea. Lo demás, le importa bastante poco, aunque buscará la manera de salirse con la suya. Cristina Martín cristina@hispanidad.com