- En 2016, hubo 17,86 millones de nacimientos, tan sólo 1,31 millones más ( 8%) que el año anterior.
- El 45% se produjo en familias que ya tenían un niño, que alcanzan el límite permitido (dos hijos).
- 36 años de control poblacional han causado: envejecimiento y abusos (abortos y esterilizaciones forzosas).
- Pero también, un fuerte desajuste entre hombres y mujeres y una caída de la población activa.
En
China, el resquicio dejado por el fin de la
política de 'hijo único' ha provocado
aumento demográfico -como es lógico-, pero resulta insuficiente. Según la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar del país, en 2016, hubo
17,86 millones de nacimientos, tan sólo 1,31 millones más ( 8%) que el año anterior.
Recuerden que el 1 de enero de 2016 entró en vigor el fin de la política de 'hijo único', después de que así lo decidiera el
Partido Comunista tres meses antes. Pero sólo se trata de una pequeña cesión porque se mantendrá el
límite de dos hijos por pareja. De los 17,86 millones de nacimientos, el 45% se produjo en familias que ya tenían un niño, por lo que
han alcanzado el tope establecido y ya no podrán tener más hijos.
Un aumento demográfico que no cumple las expectativas del Gobierno chino (esperaba 20 millones de nacimientos tras el fin de la política del 'hijo único') y que además resulta insuficiente por todo lo que han causado los 36 años de
control poblacional.
En primer lugar, un elevado
envejecimiento de la población. Las personas con 60 años o más ya alcanzan los 230,8 millones (el 6,7% del total), tras aumentar en 10,8 millones en el último año, según datos de la Oficina Nacional de Estadística.
Segundo. Un
fuerte desajuste entre el número de hombres y mujeres, por elevado número de abortos selectivos de fetos femeninos.
Tercero. Graves
abusos por parte de las autoridades:
abortos y esterilizaciones forzosas, implantación obligatoria de
métodos anticonceptivos como dispositivos intrauterinos y elevadas multas para los incumplidores de la ley.
Y por último, la
pérdida de población activa, algo clave para el futuro. En 2016, la cesión del
Gobierno chino no cambió el rumbo, pues la mano de obra bajó por
quinto año consecutivo: en concreto, en 3,49 millones de personas.
Pero a pesar del aumento de la natalidad, la
Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar ha subrayado que muchas familias no optan por tener un segundo hijo por
razones económicas. Y es que la vivienda, la educación y la salud son más caras.
China tenía oficialmente 1.370 millones de habitantes a finales de 2015 y las autoridades defienden que la política del 'hijo único' ha evitado 400 millones de nacimientos. Mientras, los detractores de esta ley señalan que la tasa de natalidad
habría bajado de forma natural con el avance económico.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com