Shanghai (China) es uno de los centros financieros más importantes del mundo... y tiene los pies llenos de barro
Mucho se está hablando de los aranceles de EEUU a China y de sus nefastas consecuencias para la economía del gigante asiático… y del resto del mundo. Sin embargo, lo que alarma a los analistas no es eso, ya que el impacto de esos aranceles será todavía muy limitado durante el segundo semestre del presente ejercicio.
Lo que realmente tiene en jaque al mercado es el elevado endeudamiento de China que, según datos recogidos por Banca March, se ha disparado desde el año 2011, cuando ya era del 195% del PIB. Si entonces ya comenzaba a llamar la atención, seis años después ha alcanzado el 266% del PIB, una auténtica barbaridad, que supone una bomba de relojería que puede estallar en cualquier momento. Para comparar, la deuda española roza el 100% del PIB y los muchos economistas lo consideran un grave peligro para el futuro.
Según Joan Bonet, director de Estrategia de Mercados de Banca March, el Gobierno chino deberá tomar medidas ante el menor crecimiento del país. La situación urge a ello: la deuda de los hogares supera el 200% del PIB y la de las empresas alcanza el 160% del PIB. Así las cosas, la evolución del crédito durante 2018 no ha parado de bajar hasta situarse en niveles parecidos a los registrados al cierre de 2016. Y ojo, porque no hay indicios de que la situación se vaya a corregir a corto plazo.
La deuda de los hogares supera el 200% del PIB y la de las empresas alcanza el 160% del PIB
Bonet señaló el martes, durante la presentación a la prensa de las propuestas de inversión de Banca March, que el gobierno chino podría tomar dos medidas: vender anticipadamente bonos de EEUU -China es el mayor tenedor de deuda norteamericana- o devaluar su moneda. Algo tiene que hacer, y pronto.