Este miércoles, la ministra de Medio Ambiente de Chile, Carolina Schmidt, ha justificado los ataques a la Iglesia (profanaciones de sagrarios, incendios, decapitación de imágenes religiosas, etc.) por la pederastia. Y es que ha afirmado que la crisis social de su país “implica desconexión de la clase política y de las élites con la ciudadanía”, donde “las autoridades de todo tipo están siendo cuestionadas”. Entre ellas, está también la Iglesia, “una institución con una enorme relevancia y errores muy importantes que han afectado a muchas personas que están sufriendo”.

Declaraciones que se han producido en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, en el que Schmidt ha participado junto a su homóloga española, la ministra de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, y la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, a escasos días del inicio de la Cumbre del Clima. Schmidt ha remarcado que “nos ha dolido la marcha de la COP 25 a Madrid”, pero no ha dicho nada parecido respecto a los ataques a la Iglesia. Ha explicado que el pasado 18 de octubre “se produjo el despertar de Chile” contra la desigualdad social tras “la gota que colmó el vaso” (la subida del metro -que después se canceló-) y la mayoría de los chilenos se ha manifestado “de manera pacífica” en las calles, pero una minoría lo ha hecho “de una manera violenta, pero con mucha visibilidad”, hasta el punto de que han quedado dañadas 118 de las 136 estaciones de metro en Santiago de Chile y se produjeron daños en otros lugares. Por supuesto, entre ellos, están numerosas iglesias, pero Schmidt no las ha mencionado.

La ministra Ribera no sabe detalles del viaje de Greta Thunberg porque es “la agenda de una ciudadana particular”, pero encontrará el espacio para que pueda ser oída

Respecto a esta crisis, la titular de Medio Ambiente chilena ha señalado que en el Gobierno de Sebastián Piñera (quien no acudirá a la COP25) no estaban preparados y ha señalado que no habrá impunidad en los casos de personas fallecidas a manos de las fuerzas de seguridad, que también han actuado para salvar vidas e infraestructuras críticas. Confía en que el diálogo sacará al país de la crisis social, algo que también se refleja en la reforma de la Constitución planteada, para que Chile siga siendo “un modelo de éxito internacional”: ha mostrado el mayor crecimiento de poder de compra en Hispanoamérica desde 1990 y la tasa de pobreza ha descendido del 31% al 6,4% entre 2000 y 2017. Sin embargo, “este modelo de éxito no fue suficientemente repartido, compartido y distribuido”, por lo que así surgió “el despertar” del pasado 18 de octubre. 

Por su parte, Teresa Ribera ha agradecido la confianza de Chile y de la ONU para “ser el brazo armado instrumental de gestión y logística” de la COP25. “La emergencia climática ha dado la cara y exige acción y más ambición. Los jóvenes en la calle marcan la agenda y no les podemos fallar”, ha afirmado. Respecto a la activista adolescente Greta Thunberg, Ribera ha subrayado que “encontraremos el espacio para que pueda ser oída”, pero desconoce la situación de su viaje a España a bordo de un catamarán: es “una ciudadana privada que se ha convertido en un referente importantísimo”, pero “la agenda de un ciudadano particular pertenece a un ciudadano particular”.