Reynés reparte Naturgy entre dividendo y el beneficio, con el ojo en GIP y CVC
La presidencia ejecutiva de Francisco Reynés en Naturgy está dando un vuelco a la empresa, que ya se nota en los resultados anuales, los primeros de la nueva etapa. Han convencido a la bolsa y la cotización -lo ha reconocido el propio Reynés- ha descontado en gran medida la reducción de costes y deuda, con aumento de ingresos, marcados en el plan estratégico 2018-2022 presentado en junio en Londres, con el énfasis puesto en el dividendo y las pérdidas por la depreciación de activos.
Reynés, además, ha entrado a su manera en el polémico cierre de las centrales nucleares, pero desmarcando a las eléctricas: esa función corresponde al Gobierno, que fija la política energética a un país y eso afecta, con un calendario, a todas las fuentes de energía.
La cotización de Naturgy está a las puertas de su máximo histórico
El dividendo y el deterioro de activos son dos cuestiones clave, como muestran los resultados de 2018. La retribución al accionista, por un lado, ha sido de 1.500 millones, gracias al dividendo y al plan de recompra de activos (145 millones hasta finales de este mes), un 50% más que el ejercicio anterior, mientras el resultado neto ordinario ha sido de 1245 millones, un 57% más.
Y el deterioro de activos reconocido en junio, por otra parte, por valor de 4.841 millones -un ejercicio de transparencia y de puesta a punto de Reynés-, provoca una pérdida reportada de 2.822 millones. Ojo, pero con una evolución positiva del negocio, que se mide en las ventas (+5%, hasta 24.373 millones) y el Ebitda (11.8%, hasta 4.413 millones).
Esa evolución explica que Naturgy vuelva a subir en bolsa este martes, en tonro al 1,5% -con un Ibex bajista-, hasta casi 24 euros, y que esté a las puertas de su máximo histórico, en 24,38 euros. Llegará en buena forma, por tanto, a la Junta de Accionistas, que este año se adelanta al 5 de marzo, con la propuesta de un cambio en el Consejo de Administración: Scott Stanley sustituye a William Woodburn en representación de GIP.
Naturgy ha reducido los costes y ha aumentado los ingresos, con Gas y Electricidad como motor
La bolsa, en otras palabras, ha visto la recuperación de negocio, con un motor de crecimiento en la división de Gas y Electricidad, junto al recorte de costes y de la deuda (de 15.154 a 13.667 millones).
Sobre el dividendo, el presidente de Naturgy ha reafirmado sus intenciones, no ajenas al interés de dos principales accionistas, los fondos GIP y CVC, que controlan el 20% cada uno. Los fondos, siempre es así, aspiran a rentabilizar su inversión, por la vía del dividendo (1,3 euros por acción, +30%, y en años sucesión un +5%) o la de las desinversiones. Sin embargo, Reynés, ha asegurado que la compañía “no se va a descapitalizar” según los cálculos previstos en el plan estratégico.
Esta vez, ha invitado a considerar en “la sostenibilidad en términos de caja”, más que en términos de pay out (sobre todo en un año en pérdidas), porque Naturgy genera “más caja de lo que necesitamos para invertir y retribuir al accionista”. En 2018, 5.500 millones.
Sobre la solución al cierre de las centrales nucleares, con un calendario, insiste en que corresponde al Gobierno
Queda la referencia al polémico apagón nuclear, algo que entusiasma a la ministra Teresa Ribera. En este punto, Reynés ha considerado positivo que se plantee un calendario de cierre -que “se coja el toro por los cuernos”, ha dicho en concreto, aunque el responsable de la política energética es el Gobierno, algo que afecta también a las centrales nucleares, pero es a él quien corresponde proponer un calendario.
No ha entrado a valorar la reunión con Teresa Ribera de presidentes de las tres grandes eléctricas -“no era pública”-, pero sea cual sea el desenlace que marque el Plan Nacional de Energía y Clima, a las eléctricas no les quedará otra que adaptarse a ese guión, con un calendario concreto.
En el mientras tanto, Reynés no descarta un intercambio de los activos nucleares de Iberdrola, Endesa y Naturgy, aunque las posiciones de cada uno son distintas y si las empresas comparten activos es para diversificar los riesgos.