Julio Corrochano, el juez Manuel García Castellón y Francisco González (FG)
El juez de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, ha decretado libertad bajo fianza de 300.000 euros al exjefe se seguridad del BBVA, Julio Corrochano, citado este viernes a declarar como investigado por el caso de las escuchas ilegales presuntamente contratadas por el banco al excomisario Villarejo.
Corrochano, que se ha acogido a su derecho a no declarar, tiene un plazo de 15 días para hacer efectiva la fianza que previamente había solicitado la Fiscalía. Además, el juez le ha retirado el pasaporte y le obliga a presentarse cada mes en el juzgado más cercano.
Había máxima expectación por la comparecencia Corrochano. Lógico: fue uno de los hombres de la máxima confianza de Francisco González (FG) y su testimonio podría conducir directamente al juez García Castellón al mismísimo FG. De hecho, en las grabaciones conocidas a principios de este año, Corrochano aseguraba que el “presi” le llamaba cada diez o quince días para conocer la evolución de los trabajos de la empresa Cenyt, del ex comisario Villarejo.
El testimonio de Corrochano es clave y podría marcar el horizonte legal de FG. Si cae el exjefe de seguridad podría caer el expresidente. Y, en medio, el exconsejero delegado del banco entre 2009 y 2015, Ángel Cano, también llamado a declarar como investigado (su nombre está en las grabaciones), pero ausente el jueves por estar en el extranjero. El juez le ha vuelto a citar para el día 11.
El balance de estas dos primeras jornadas de declaraciones es un poco desalentador: dos ausencias -la de Cano y la de Ricardo Gómez, ex responsable de contabilidad y supervisión del BBVA-, cuatro ‘silencios’ (además de Corrochano, Ignacio Pérez Caballero, director de Red de Banca Comercial, Javier Malagón Navas, ex responsable de finanzas del banco, Inés Díaz Ochagavía, jefa de seguridad, y Nazario Campo Campuzano, miembro del equipo de seguridad de la entidad), y solo dos declaraciones, aunque únicamente han respondido a las preguntas de sus abogados: Antonio Béjar González (CEO de Distrito Castellana Norte y ex responsable de la unidad inmobiliaria del banco) y Rafael Redondo Rodríguez (socio de Villarejo).
En resumen: esto es como la historia de Agatha Christie, Diez Negritos. El objetivo final es el expresidente FG, quien, al menos por el momento, no ha sido imputado.