• En términos absolutos, la entidad que dirige Gonzalo Gortázar fue la que realizó un mayor ajuste tras absorber Barclays.
  • Seguida muy de cerca por el BBVA.
  • Ahora bien, el ajuste de FG no ha terminado: los sindicatos temen que lo peor llegue este otoño.
  • El Santander sólo recortó 370 empleos, pero cuidado, porque tiene previsto reducir su plantilla en 1.200 trabajadores y cerrar 450 oficinas.
  • Bankinter y Popular, los únicos que aumentaron el número de empleados.
  • La tendencia del sector: menos sucursales, menos plantilla pero más cajeros: en 2015 se estrenaron más de 640 terminales.
El ajuste del sistema financiero español no ha concluido, ni mucho menos. Al cierre del último ejercicio 2015, Santander, BBVA, Caixabank, Bankia, Sabadell, Popular y Bankinter sumaban 123.865 empleados, frente a los 128.295 de 2014 (incluidos los 2.257 trabajadores de Barclays) según datos de las propias entidades y de la Asociación Española de Banca (AEB). Es decir, en el último año, los siete grandes bancos españoles han destruido 3.398 empleos en nuestro país. Alguno dirá que no es mucho, y puede ser, si lo comparamos con ejercicios anteriores, pero ni es el primer ajuste ni, lamentablemente, será el último. El mayor recorte lo protagonizó Caixabank que, tras incorporar a los 2.257 empleados de Barclays, redujo su plantilla en 1.225. Al final, a cierre de 2015, el número de empleados de Caixabank era de 32.242 frente a los 31.210 de 2014, antes de comprar la filial del banco británico. Muy parecidas son las cifras de BBVA aunque en términos relativos supera a Caixabank. El banco que preside y dirige Francisco González (FG), que en abril de 2015 culminó la compra de CatalunyaCaixa, terminó el año pasado con 23.975 empleados en España, frente a los 25.099 de 2014. Esto es, 1.124 empleados menos. Y eso a pesar de las campañas de captación de talentos de los últimos años para potenciar la digitalización. Hablamos, concretamente, de unos 3.500 trabajadores dedicados únicamente a la cosa digital. Ahora bien, el ajuste de FG no ha concluido. De hecho, como adelantó Hispanidad en junio, los sindicatos temen que lo peor llegue este otoño. No olvidan las palabras del Ceo, Carlos Torres Vila, cuando aseguró que el banco podía funcionar con solo 1.000 oficinas, lo que supondría cerrar más de dos tercios del total. Una metedura de pata digital y sideral que algunos sospechan que fue intencionada. De momento, el número de sucursales se redujo en 153 durante 2015. Vamos con Bankia. La plantilla de la entidad nacionalizada pasó de 14.383 empleados en 2014 a 13.318 en diciembre de 2015, esto es, 1.064 trabajadores menos. No está mal, sobre todo teniendo en cuenta que, en este caso, no hay ninguna absorción de por medio. En cualquier caso, llama la atención que, a pesar de ser un número elevado, la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri únicamente cerró 37 oficinas y pasó de tener 1.978 en 2014 a 1.941 un año después. La cuarta posición del ranking es para el Sabadell, que cerró 2015 con 15.784 trabajadores y 2.204 oficinas en España, esto es, 809 empleados menos que en 2014 y 63 sucursales menos. Y luego está el Santander, que sólo recortó 370 empleos. Pero cuidado, porque la entidad que preside Ana Botín tiene previsto reducir su plantilla en unos 1.200 trabajadores y cerrar 450 oficinas en los próximos meses. De los siete grandes bancos, solo Bankinter y Popular aumentaron el número de trabajadores en nuestro país. La entidad que dirige María Dolores Dancausa creó 115 empleos y el banco que preside Ángel Ron, 47. Son muy pocos, ciertamente, pero contrastan con la tendencia del sector: menos oficinas, menos empleados pero más cajeros. En 2015, los siete mayores bancos españoles estrenaron 640 terminales. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com